Fecha de publicación: 5 de Junio de 2025 a las 08:17:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Algunos TV viejos alcanzan precios altos en el mercado de segunda mano por su autenticidad y calidad visual
Contenido: Cuando el televisor nuevo llega a casa, el modelo antiguo se convierte en un desafío, ante la duda de cómo deshacerse de él sin causar daño al ambiente o perder una oportunidad de reutilización.
Sin embargo, lejos de ser simple chatarra, estos dispositivos antiguos tienen el potencial de revivir como objetos decorativos o funcionales, dándole una segunda vida a aquellas pantallas aún sigan en el hogar.
Los televisores viejos, especialmente los modelos CRT (Cathode Ray Tube), pueden transformarse en piezas únicas en la decoración del hogar. Con un toque de creatividad, puedes convertirlos en lámparas con luces LED que den un ambiente retro y elegante a cualquier espacio.
También puedes vaciar un televisor y usar su estructura como un terrario, creando así un ambiente natural que combina lo nostálgico y lo ecológico.
Otra opción ingeniosa es adaptar la carcasa del televisor para crear un minibar que sorprenda a tus invitados o incluso un cómodo refugio para tu gato. Estas transformaciones no solo reutilizan el aparato, sino que también añaden un toque personal y único a la decoración de tu hogar.
A pesar de que muchos consideran a los televisores antiguos como obsoletos, algunos modelos esconden un tesoro. Los televisores CRT, especialmente aquellos producidos entre 1960 y 1990, son apreciados por coleccionistas y por amantes de los videojuegos clásicos. La clave radica en que estos televisores son ideales para consolas retro como la NES o la Sega Genesis, que funcionan mejor en este tipo de pantallas.
El valor de estos televisores en el mercado de segunda mano puede ser sorprendente, con algunos modelos vendidos por cientos de dólares. Esto representa una oportunidad de obtener un beneficio económico y de pasar estos dispositivos a nuevos dueños que los valoren por su calidad y autenticidad.
Otra opción es donar el televisor a organizaciones benéficas locales, siempre que estas acepten el tipo y tamaño del aparato que ofreces. Muchas veces, estas organizaciones se encargan de recoger el dispositivo, facilitando el proceso para los donantes.
Por último, muchos fabricantes y minoristas cuentan con programas colaborativos de reciclaje. Estos esfuerzos conjuntos permiten que los televisores sean reciclados de manera segura y eficiente, involucrando menos esfuerzo por parte del dueño del televisor en su etapa final de vida.
Incluso cuando un televisor no funciona, sus componentes pueden ser de gran utilidad. En su interior, encontramos altavoces, transformadores, placas electrónicas y carcasas resistentes, que pueden reutilizarse en proyectos DIY de electrónica.
Para los menos inclinados al bricolaje, estos componentes pueden separarse y llevarse a un centro de reciclaje electrónico, donde serán adecuadamente procesados.
Además, estos centros de reciclaje garantizan que los materiales tóxicos, como el plomo y el mercurio presentes en las pantallas CRT, sean manejados de manera responsable, evitando así riesgos ambientales significativos.
Antes de empezar cualquier esfuerzo de reciclaje, es crucial asegurar una correcta gestión de los residuos electrónicos. Esto implica extraer componentes tóxicos de forma segura y llevarlos a puntos limpios de reciclaje. De esta forma, no solo protegemos el medio ambiente, sino también la salud pública.
Los programas de reciclaje ofrecidos por las administraciones locales y fabricantes de dispositivos electrónicos suelen ser gratuitos o muy económicos.
Por lo tanto, antes de considerar un viejo televisor como un simple desecho, vale la pena investigar sus posibles usos y beneficios. Mediante el reciclaje creativo y la gestión responsable, no solo se le da una segunda vida al aparato, sino que también se contribuye a una menor huella ambiental, preservando así los recursos naturales en beneficio de futuras generaciones.
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