Fecha de publicación: 5 de Junio de 2025 a las 05:05:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Un innovador paradigma emerge en la medicina, donde la función celular redefine el abordaje de trastornos complejos. El psiquiatra de Harvard, Chris Palmer, destacó la importancia del modelo durante un capítulo del podcast “Huberman Lab”
Contenido: Especialistas de renombradas instituciones (como Harvard y Stanford) destacaron la importancia de la función celular en el origen de trastornos mentales y físicos, y proponen cambios en el estilo de vida como vía de intervención.
Además, la salud mitocondrial se perfila como un nuevo modelo para comprender y tratar enfermedades, según una extensa charla entre el psiquiatra Chris Palmer, del Harvard Medical School, y el neurocientífico Andrew Huberman, de Stanford School of Medicine, publicado en el podcast Huberman Lab. “Estamos en la cúspide de un cambio revolucionario en el paradigma de la salud mental”, afirmó Palmer en la entrevista.
Según explicó Palmer en el programa, la salud mitocondrial trasciende la visión reduccionista y propuso un abordaje integral que incluye intervenciones en dieta, actividad física, sueño, gestión del estrés, suplementación y relaciones sociales.
A través de esta estrategia se busca prevenir y tratar trastornos psicológicos como la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el autismo. Debido a esto, el especialista explicó: “La salud mitocondrial desplaza la visión reduccionista centrada únicamente en neurotransmisores o factores psicológicos”.
Las mitocondrias son orgánulos celulares responsables de generar ATP, la principal fuente de energía del organismo. Pero, según Huberman Lab, su rol va más allá: participan en la síntesis de neurotransmisores, regulan la producción de hormonas, la inflamación, la respuesta al estrés y la expresión genética. “Las mitocondrias no solo proveen energía, sino que orquestan procesos clave en la función cerebral y corporal”, manifestó Palmer.
El concepto de psiquiatría metabólica, aunque con antecedentes en el siglo XX, fue desplazado durante décadas por enfoques enfocados en neurotransmisores. Como recordó Palmer, ya se habían observado alteraciones metabólicas en pacientes con trastornos mentales severos.
Aunque aquellos indicios y conocimiento sobre el tema se fragmentaron en visiones biológicas, psicológicas y sociales. A propósito de esto, sostuvo: “Es hora de dejar de ser reduccionistas y reconocer que los factores biológicos, psicológicos y sociales interactúan en cada persona”.
“Los consejos genéricos como ‘come más arándanos’ son insuficientes”, advirtió el psiquiatra. Fue así que, tanto él como Andrew Huberman coincidieron en que la mejora de la salud mitocondrial parte de seis pilares básicos:
Uno de los enfoques más explorados en el podcast fue la dieta cetogénica, usada clínicamente para tratar epilepsia resistente y, según estudios preliminares, con potencial en trastornos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión. “La dieta cetogénica puede ser transformadora, pero no es una panacea”, subrayó el experto en salud mental.
También se mencionó al ayuno intermitente y las dietas que imitan el ayuno, como las propuestas por el investigador Valter Longo, que demostraron efectos beneficiosos en marcadores metabólicos y de longevidad. Por el contrario, el consumo elevado de alimentos ultraprocesados se asocia con un deterioro de la salud mental y física.
Deficiencias en vitaminas y minerales como hierro, vitamina B12 y folato también impactan negativamente la función mitocondrial. Justamente sobre esto, Palmer reveló: “El 40% de las mujeres jóvenes en Estados Unidos son deficientes en hierro”.
En el ámbito de la suplementación, el doctor Chris Palmer abordó el uso de diferentes sustancias:
Asimismo, el psiquiatra advirtió en el capítulo sobre los riesgos de sobredosificación de azul de metileno, que puede provocar síndrome serotoninérgico. En cuanto a otras sustancias, se discutió que las dosis elevadas de nicotina son tóxicas y adictivas. Mientras que el alcohol también fue identificado como nocivo para las mitocondrias, especialmente en el hígado y el cerebro.
La conversación incluyó un segmento sobre la relación entre inflamación y autismo. De acuerdo con Palmer, infecciones durante el embarazo pueden alterar la función mitocondrial y aumentar el riesgo de trastornos del neurodesarrollo. “La inflamación puede afectar la función mitocondrial; la evidencia sobre vacunas y autismo es compleja y no concluyente“, apuntó.
Estudios mencionados en Huberman Lab indican que la ausencia de vacunación se asocia con mayor riesgo de autismo, probablemente debido a infecciones graves durante la infancia. El especialista abogó por una evaluación exhaustiva ante cualquier regresión abrupta en el desarrollo infantil, considerando “deficiencias vitamínicas, autoinmunidad y metabolismo”.
Para la perspectiva de los expertos que participaron del podcast, la implementación de estas ideas enfrenta obstáculos estructurales. Sobre esto, palmer denunció: “Menos del 5% del presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos se destina a estudios de nutrición”.
También cuestionó a entidades como la American Heart Association por oponerse a restricciones en el uso de cupones de alimentos para adquirir ultraprocesados. Según los expertos, coincidieron en que el cambio requiere una combinación de educación pública, regulación e incentivos económicos.
“Debemos dejar de asignar diagnósticos como sentencias de por vida y buscar las causas subyacentes, muchas de las cuales son tratables”, sentenció el entrevistado. Este enfoque permitiría intervenciones más eficaces y personalizadas, con el potencial de transformar la vida de millones de personas.
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