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Fecha de publicación: 3 de Junio de 2025 a las 15:38:00 hs

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Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

El electrodoméstico que debes desconectar luego usarlo durante el verano para prevenir incendios

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Descripción: Siguiendo varias pautas sencillas se reduce el riesgo de accidentes y el consumo energético en una temporada que suele venir acompañada con altos precios

Contenido: Durante el verano, los peligros domésticos suelen pasar desapercibidos ante la preocupación por las altas temperaturas, pero uno de los focos más comunes de accidentes en el hogar proviene de la tostadora, un electrodoméstico presente en casi todas las cocinas, que puede no ser desconectada luego de utilizarlo.

Pese a que algunas personas optan por mantener este artefacto enchufado durante todo el día, sobre todo por la comodidad que supone no tener que conectar y desconectar en cada uso, los expertos de Jenkins Restorations advierten que se trata de un hábito peligroso.

Dejar la tostadora conectada implica exponer continuamente sus componentes eléctricos a la corriente, una acción que, combinada con el calor ambiental y la posible acumulación de residuos en su interior, incrementa la probabilidad de cortocircuitos, chispas y fuegos domésticos.

Durante los meses de calor, la red eléctrica de los hogares experimenta una demanda superior por el uso extendido de ventiladores, aires acondicionados y otros sistemas de refrigeración.

Esta sobrecarga eléctrica eleva las probabilidades de fallos en los dispositivos conectados, entre los que la tostadora se destaca como uno de los más vulnerables. Al permanecer enchufada, aunque esté apagada, el artefacto sigue recibiendo energía, lo que la expone al riesgo de sobrecalentarse.

El simple hecho de no desconectar la tostadora tras utilizarla puede generar un exceso de temperatura en sus componentes, sobre todo si el modelo es antiguo, presenta deterioro en su cableado o no se limpia adecuadamente.

El riesgo aumenta si la tostadora acumula migas, que pueden actuar como combustible ante cualquier chispa interna. Estos factores, sumados al calor ambiental, crean el escenario propicio para que se origine un incendio.

Existen síntomas claros que indican la necesidad de actuar con precaución: presencia de olor a quemado, calentamiento inusual del cuerpo del aparato o del cable, chispas visibles o dificultad para apagar el dispositivo.

Estos problemas suelen complicarse en verano, cuando el calor ambiental potencia los efectos de cualquier anomalía eléctrica. Una tostadora que presenta alguno de estos indicios puede estar comprometida y convertirse en un peligro latente.

La pauta principal es no subestimar ninguna señal. Si se detecta un daño eléctrico, es prudente dejar de usar la tostadora de manera inmediata y consultar con un profesional. No solo hay que limpiar el exterior: es imprescindible revisar el interior para eliminar restos de pan y verificar el estado del cableado.

La pauta más efectiva consiste en desconectar la tostadora después de cada uso, una acción sencilla que elimina el riesgo de sobrecalentamiento cuando el aparato no está funcionando.

Además, se debe no emplear la tostadora durante las horas de mayor calor, sobre todo en cocinas que no disponen de una ventilación adecuada. Un ambiente recalentado favorece la propagación de chispas y reduce la capacidad de respuesta ante un incidente.

Otra medida preventiva es limpiar el aparato de manera regular. Los restos de pan acumulados en el fondo pueden prenderse con facilidad si se produce una chispa interna. Evitar la cercanía de materiales inflamables, como cortinas o trapos de cocina, contribuye a reducir el riesgo de que un accidente menor se convierta en un incendio de mayores dimensiones.

La tostadora no es el único electrodoméstico que requiere atención. El microondas, particularmente los modelos antiguos o con ventilación deficiente, puede recalentarse incluso sin estar en uso activo.

Las cafeteras eléctricas y los cargadores de celular figuran entre los artefactos que, al mantenerse conectados, pueden sobrecalentarse y dañar la instalación eléctrica.

El común denominador de estos aparatos es su consumo eléctrico pasivo, que genera un calentamiento progresivo si permanecen enchufados sin supervisión. Desconectar todos estos dispositivos tras su uso reduce el riesgo de incidentes domésticos y minimiza el gasto energético.

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