Fecha de publicación: 3 de Junio de 2025 a las 10:13:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Este tipo de respuestas monosílabas son comunes, pero muchas veces demuestran desinterés o violencia pasiva
Contenido: Nuestra vida está directamente relacionada con WhatsApp, pasamos una gran parte de las horas del día allí teniendo conversaciones y aunque recibir un ‘ok’ como respuesta puede parecer normal, en algunos casos se convierte en un símbolo de maltrato, desinterés o desaprobación.
Este fenómeno, conocido como dry texting, representa una forma de comunicación que desafía nuestras percepciones tradicionales del diálogo y debemos prestarle atención para no caer en situaciones indeseadas.
El concepto de dry texting se refiere a la práctica de enviar respuestas cortas y carentes de emoción como una forma de cerrar bruscamente una conversación, lo cual puede ser percibido como una modalidad de violencia pasiva.
El uso de monosílabos como “ok”, “vale” o emojis lanzados al azar puede provocar disconformidad y resentimiento en el receptor. De acuerdo con expertos consultados por El País, como Ami Bondía, comunicadora y conferencista, quien recibe un mensaje así puede proyectar sus propias emociones negativas (frustración, inseguridad o enojo) al intentarse llenar el vacío expresivo que un simple texto no puede transmitir.
Este tipo de comunicación aparentemente inofensiva tiene un impacto significativo en las relaciones, tanto personales como profesionales. Las respuestas monosilábicas pueden deteriorar la percepción de interés o respeto entre las partes.
Albert, un manager de proyectos, narra cómo las respuestas cortantes de un amigo le hacen sentir que su relación carece de valor. A pesar de ser consciente de las diferentes formas de ser de las personas, la percepción de rechazo permanece latente, afectando así su relación emocional y laboralmente.
Como destaca la psicóloga Mar España, las emociones que no se expresan tienden a fermentarse, resultando en conflictos no resueltos o en aumento de tensiones emocionales. La recomendación, por tanto, es expresar de manera clara y respetuosa las emociones que estos intercambios digitales nos suscitan.
Uno de los problemas del dry texting es la pérdida de elementos vitales como el tono de voz, las inflexiones o el lenguaje corporal. Emily Lawrenson, gerente de comunicación de Qustodio, alerta sobre la forma en que estos elementos faltantes pueden desarticular nuestra habilidad para resolver conflictos de manera efectiva.
La ausencia de señales no verbales pone a los adolescentes y jóvenes, quienes han crecido en un mundo digital, en una posición desventajosa al carecer de las herramientas necesarias para interpretar y manejar conflictos de manera presencial.
El dry texting es solo uno de los signos de maltrato emocional en el entorno digital. Señales de alerta incluyen respuestas monosilábicas persistentes, control excesivo mediante la plataforma, manipulación emocional, invasión a la privacidad y uso del silencio como castigo. Cada uno de estos comportamientos puede de manera sutil, pero efectiva, afectar la salud emocional y mental de una persona.
La comunicación hostil o manipulativa daña la autoestima de la víctima y puede llevarla a la dependencia emocional o al aislamiento social. Este último es especialmente preocupante, pues al distanciar a la persona de su red de apoyo, se incrementan las posibilidades de que se perpetúen situaciones de abuso.
Para este tipo de casos, la educación emocional se presenta como una herramienta y una necesidad urgente. Enseñar a las personas, especialmente jóvenes, a expresar sus emociones y usar la comunicación digital de manera auténtica y empática es esencial.
Más que prohibir el uso de ciertas frases, la clave está en cultivar una comprensión profunda de cómo nuestras palabras escritas pueden afectar a otros.
Dicho de otro modo, en un mundo donde un simple “ok” puede resonar como un portazo digital, es hora de reconsiderar cómo escribimos y cómo interpretamos esos breves estallidos de texto.
Ante la duda, tal vez sea más efectivo y humano optar por una llamada que aclare posibles malentendidos, recordándonos que detrás de cada pantalla hay una persona buscando conexión, comprensión y respeto.
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