Fecha de publicación: 19 de Noviembre de 2025 a las 06:45:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Expertos en ciberseguridad advierten sobre los riesgos de mantener activas estas conexiones fuera del hogar. Facilitan el acceso no autorizado a datos personales y bancarios en espacios públicos concurridos
Contenido: Los celulares han transformado la manera en que las personas interactúan en espacios públicos, pero su uso sin ciertas precauciones ha incrementado los riesgos asociados a la conectividad constante.
Expertos en ciberseguridad advierten que mantener activas las funciones de WiFi y Bluetooth fuera del hogar puede facilitar el acceso de ciberdelincuentes a información personal y bancaria, lo que convierte a la desconexión de estas tecnologías en una medida esencial para proteger la privacidad.
La comodidad de conectarse automáticamente a redes y dispositivos cercanos ha llevado a que muchos usuarios mantengan el WiFi y el Bluetooth encendidos durante todo el día. Esta práctica, aunque agiliza las rutinas diarias, incrementa la vulnerabilidad frente a amenazas digitales.
Según la Comunidad de Madrid, dejar el WiFi activado en lugares públicos como restaurantes, centros comerciales o aeropuertos permite que los dispositivos intenten conectarse a redes abiertas, lo que crea escenarios propicios para la interceptación de datos sensibles.
En estos espacios, los mensajes y contraseñas transmitidos pueden ser capturados por terceros con relativa facilidad. Además, la exposición no se limita a la interceptación pasiva de datos.
Los administradores maliciosos de redes públicas cuentan con herramientas para observar la información intercambiada entre los dispositivos conectados. Esta situación se repite con frecuencia en cafeterías, aeropuertos y comercios, donde la seguridad de las redes suele ser insuficiente.
La Comunidad de Madrid destaca que los ataques mediante “dispositivos intermediarios” representan un riesgo adicional: un usuario malintencionado conectado a la misma red puede interferir en la comunicación entre el teléfono y el servicio solicitado, llegando a “leer la información que estamos manejando”, según la entidad.
El Bluetooth constituye una vía de ataque relevante. El Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) explica que los ciberdelincuentes emplean técnicas como el “Bluesnarfing”, que explotan vulnerabilidades en los protocolos de conexión de esta tecnología.
Si el teléfono permanece visible o carece de actualizaciones de seguridad, los atacantes pueden acceder a información personal sin que el usuario lo advierta. Los expertos subrayan que el alcance necesario para ejecutar estos ataques rara vez supera los quince metros, lo que convierte a los lugares concurridos en escenarios ideales para este tipo de intrusiones.
Asimismo, el uso cotidiano del Bluetooth para conectar accesorios incrementa la exposición. Según el INCIBE, “los protocolos, encargados de permitir que los dispositivos se conecten entre sí, pueden tener fallos en su diseño o implementación”.
Esto facilita el acceso no autorizado a archivos, contactos y cuentas en línea, y esta vulnerabilidad se agrava cuando los usuarios no desactivan la visibilidad de sus dispositivos o descuidan las actualizaciones de seguridad.
La tentación de conectarse a redes WiFi abiertas o desconocidas, motivada por la gratuidad del servicio, implica riesgos adicionales. En ocasiones, los propios ciberdelincuentes crean puntos de acceso con nombres similares a los de establecimientos reconocidos para engañar a los usuarios.
La Comunidad de Madrid advierte que “podemos creer que pertenecen a un hotel o a un restaurante, pero que en realidad hayan sido creadas por un ciberatacante para acceder a nuestros datos”.
Esta táctica no solo expone a la víctima a la vigilancia, compromete la integridad de los datos almacenados en el dispositivo, incluyendo correos y contraseñas bancarias, que pueden ser robados y utilizados en fraudes financieros.
Detectar un ataque de “Bluesnarfing” es complejo, porque los signos pueden pasar inadvertidos. El INCIBE indica que algunos incluyen bloqueos inesperados del teléfono, envío de mensajes desde aplicaciones sin autorización y un consumo elevado de batería, incluso cuando el dispositivo está sin uso.
Otra señal es la aparición de conexiones desconocidas en el historial de dispositivos Bluetooth. Las consecuencias de estos ataques pueden ser graves.
El INCIBE advierte que “si detectas inicios de sesión no reconocidos, compras no autorizadas o movimientos sospechosos en tus cuentas bancarias o perfiles en línea, podría ser consecuencia de la extracción de datos mediante Bluesnarfing”.
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