Fecha de publicación: 18 de Noviembre de 2025 a las 09:22:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: El libro está polarizado: de un lado, están los que consiguieron los cambios. Del otro, los que lo intentaron. ¿Podrá el Presidente quedar del lado luminoso?
Contenido: A partir del 10 de diciembre, el Gobierno va a tener un Congreso mucho más favorable y así se terminará su fragilidad institucional, que incluía amenazas hasta de juicio político.
Por eso, porque va a tener más bancas y entonces podrá intentar hacer las grandes reformas que prometió, podemos decir que ahora sí Milei se juega su lugar en el libro de Historia: será recordado como el Gobierno que cambió a la Argentina… o como el Gobierno que intentó cambiar a la Argentina.
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En la pequeña variante de la frase se juega todo, o sea, si lo logra o si se queda en un noble pero frustrado intento.
Porque estamos en la antesala de un montón de escenarios de cambio posible: primero, la ley de Presupuesto, que representa el debut del nuevo esquema político del Gobierno, donde veremos si mejoró su capacidad negociadora.
También se pone a prueba la reforma -modernización- laboral y la fiscal. Pero sobre todo, lo que se juega es si va a haber un cambio en la matriz productiva y cómo modifica esta matriz el acuerdo comercial con EE.UU. que todavía no conocemos con detalle.
Es decir, Milei se juega en esta segunda parte de su mandato la posibilidad de instalar a la Argentina en otro eje geopolítico, con la esperanza de que esta nueva posición sea más provechosa para el país que el alineamiento que tuvo años atrás cuando soñaba con la Patria Grande y orbitaba más cerca de China o Rusia. Cada uno lo cuenta como quiere, pero la verdad es una sola: desde 2011, nuestra economía no crece.
El Gobierno va a intentar completarla y quizás quiera ampliarla. ¿Por qué es importante esto? Porque todo bicho que camina va a parar al asador y toda reforma que camina va a parar a la Corte.
Toda reforma estructural que el Gobierno intente va a ser judicializada por la oposición dura. Florecerán los amparos. La historia argentina demuestra que si vos no tenés una Corte que acompañe con racionalidad los cambios estructurales, con el Ejecutivo y el Legislativo no alcanza. Y a fuerza de amparos y dilaciones, el ímpetu reformista va perdiendo vigor. La oposición dura -el kirchnerismo, la izquierda- como en un partido de fútbol, va a jugar a cansar al Gobierno, a quitarle piernas, a hacer tiempo hasta las próximas presidenciales.
El Gobierno tiene:
En síntesis, el Gobierno depende del Gobierno. Es una oportunidad histórica porque la oposición viene de mucho fracaso. Los grandes significantes nacionalistas como soberanía, patria o colonia, Braden o Perón, están (¿transitoriamente?) en color sepia.
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Gran parte de la sociedad hace la siguiente operación mental: “No se bien cómo puede resultar este Gobierno, pero prefiero la duda de a dónde me lleva Milei, que la certeza de a donde me llevó Cristina”.
Ahora la pelota la tiene Milei. Tiene las urnas a favor, el apoyo económico de Trump y la oposición golpeada como nunca. El manual de Historia también está polarizado: de un lado están los que consiguieron los cambios… y del otro los que lo intentaron. ¿Podrá Milei quedar del lado luminoso del libro?
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