Fecha de publicación: 12 de Noviembre de 2025 a las 11:49:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Los electrodomésticos que incorporan una bomba de calor consumen menos recursos que los calentadores eléctricos convencionales y ofrecen un confort similar al momento de calentar el interior del hogar
Contenido: El uso inteligente del aire acondicionado durante el invierno puede convertirse en una estrategia eficaz para reducir el consumo energético y el gasto mensual en calefacción, a través de un botón poco conocido del aparato denominado “heat” o “calor”.
Muchos usuarios desconocen que la mayoría de los sistemas de climatización modernos incorporan una función específica, la bomba de calor, que permite aprovechar el mismo aparato que refresca en verano para calentar la vivienda de manera eficiente y económica.
La bomba de calor, presente en la mayoría de los aires acondicionados actuales, opera mediante un sistema que extrae la energía térmica del aire exterior y la transfiere al interior del hogar.
A diferencia de los calefactores eléctricos tradicionales, que consumen un kilovatio hora (kWh) de electricidad para generar la misma cantidad de calor, la bomba de calor puede producir entre tres y cinco kWh de calor por cada kWh consumido.
Este rendimiento, conocido como coeficiente de rendimiento (COP), convierte a esta tecnología en una de las más eficientes para climatizar espacios residenciales.
En climas templados, los aires acondicionados que integran la bomba de calor pueden cubrir la demanda de calefacción de toda la vivienda sin necesidad de sistemas adicionales.
El funcionamiento de este sistema se activa fácilmente: tras verificar en el manual de usuario o en la etiqueta energética la presencia de la función “heat pump” o “BdC”, solo con pulsar el botón del mando a distancia identificado con un icono de sol.
Este símbolo activa el modo calor y pone en marcha la bomba de calor, permitiendo que el aparato eléctrico genere aire caliente.
Asimismo, para optimizar el equilibrio entre confort y eficiencia, los especialistas sugieren mantener la temperatura entre 20°C y 22°C. Superar este rango no incrementa de gran forma la sensación térmica, pero sí eleva el consumo eléctrico.
Según Repsol, un aire acondicionado en modo calor consume entre 0,8 y 2 kWh por hora, dependiendo de la potencia del electrodoméstico y del aislamiento de la casa. En países como España, con un precio medio de la electricidad de 0,14 euros por kWh, el gasto mensual estimado para un uso diario de seis horas oscila entre 20 y 50 euros.
En comparación, los calentadores eléctricos convencionales pueden elevar el gasto hasta 37 o 50 euros al mes para alcanzar un nivel similar de calefacción.
Por este motivo, la bomba de calor representa una alternativa más económica en viviendas bien aisladas y en regiones de clima moderado, aunque su eficiencia disminuye cuando la temperatura exterior desciende mucho o el aislamiento es insuficiente.
Aun así, se trata de una tecnología más estable y eficiente que los calefactores portátiles, capaz de mantener una temperatura uniforme con un menor impacto en la factura eléctrica.
Existen otras pautas para maximizar el ahorro energético al utilizar el aire acondicionado, según Repsol. Una de ellas es emplear el modo “ECO”, disponible en la mayoría de los equipos. Al activar esta función, el aparato optimiza su rendimiento y reduce el consumo eléctrico sin sacrificar el confort térmico.
Otra estrategia consiste en combinar el aire acondicionado con ventiladores. Los ventiladores facilitan la circulación del aire fresco por toda la estancia, lo que permite ajustar la temperatura del aire acondicionado a un nivel ligeramente superior y mantener el confort deseado.
La programación del aire acondicionado y el uso de termostatos inteligentes son útiles para evitar consumos innecesarios. Estas opciones permiten establecer horarios y temperaturas específicas según las necesidades de cada momento.
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