Fecha de publicación: 31 de Mayo de 2025 a las 11:03:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: El líder tecnológico acostumbraba a caminar antes de dormir como parte de su rutina para lograr un descanso reparador
Contenido: Steve Jobs, reconocido director ejecutivo de Apple y una de las mentes detrás del iPhone, seguía tres hábitos nocturnos que le ayudaban a reducir el estrés laboral y familiar, y a conseguir un descanso reparador.
Según Inc.com, cada noche Jobs practicaba tres acciones para conciliar el sueño y descansar realmente: salía a caminar, tomaba té de hierbas después de cenar y dedicaba tiempo a meditar mientras escuchaba música.
Para poner en práctica estos tres hábitos, Jobs cada noche salía a caminar después de cenar, antes de irse a dormir. El ejercicio moderado realizado aproximadamente una hora antes de acostarse contribuye a conciliar el sueño más rápido, mejora la calidad del descanso y tiene beneficios para la salud mental.
Es recomendable evitar entrenamientos de alta intensidad por la noche, pues pueden alterar los patrones de sueño. Actividades suaves como caminar, practicar yoga, nadar o levantar pesas livianas son las más adecuadas para esta hora del día.
Otro de sus rituales era cerrar la cena con una taza de té de hierbas, preparado con ingredientes de su propio jardín, según el medio mencionado.
Jobs era conocido por seguir una dieta saludable, orgánica y basada en plantas, y el té funcionaba como un puente natural hacia el descanso, favoreciendo la relajación y el bienestar físico.
Finalmente, las últimas horas del día estaban reservadas para la meditación y la música. Jobs practicaba el budismo zen y creía en la importancia de llevar una vida simple como fuente de inspiración y productividad.
La meditación ocupaba un lugar central en su rutina nocturna, ya que le permitía calmar la mente, reducir el ritmo cardíaco y disminuir los niveles de las hormonas del estrés. Escuchar música durante este momento reforzaba su efecto relajante, ayudándolo a cerrar el día con claridad mental y equilibrio emocional.
Steve Jobs falleció el 5 de octubre de 2011 a los 56 años, a causa de un cáncer de páncreas, específicamente un tumor neuroendocrino pancreático, una forma poco común y de crecimiento lento de esta enfermedad.
Jobs fue diagnosticado en octubre de 2003 con este tipo de cáncer, que representa una pequeña proporción de los casos de cáncer pancreático.
A diferencia del adenocarcinoma pancreático (la forma más común y agresiva), el tumor que padecía Jobs tenía un comportamiento distinto, lo que inicialmente ofrecía un mejor pronóstico si se trataba a tiempo.
Durante los primeros meses tras su diagnóstico, Jobs optó por evitar la cirugía inmediata y explorar tratamientos alternativos, como dietas especiales y terapias naturales.
En 2004 se sometió a una operación conocida como pancreatectomía, en la que se le extirpó el tumor.
A lo largo de los años siguientes, su salud fluctuó, y aunque permaneció en funciones como CEO de Apple durante buena parte del tratamiento, en 2009 se sometió a un trasplante de hígado, debido a metástasis vinculadas al cáncer original.
Jobs renunció definitivamente a su cargo en Apple en agosto de 2011, solo dos meses antes de su muerte. Falleció en su casa de Palo Alto, California, rodeado de su familia. Su fallecimiento generó una ola global de homenajes y reflexiones sobre su papel en la transformación de la industria tecnológica.
Steve Jobs eligió a Tim Cook como su sucesor al frente de Apple poco antes de su renuncia definitiva como director ejecutivo en agosto de 2011.
Cook, quien ya se desempeñaba como director de operaciones (COO) de la compañía, fue oficialmente nombrado CEO de Apple el 24 de agosto de ese año, en una transición que Jobs había preparado cuidadosamente.
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