Fecha de publicación: 1 de Noviembre de 2025 a las 01:00:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Investigadores del Instituto Weizmann descifraron el enigma de las corrientes divergentes en los astros gigantes, lo que permite una nueva perspectiva sobre la meteorología planetaria
Contenido: * Este contenido fue producido por expertos del Instituto Weizmann de Ciencias, uno de los centros más importantes del mundo de investigación básica multidisciplinaria en el campo de las ciencias naturales y exactas, situado en la ciudad de Rejovot, Israel.
Alrededor de los ecuadores de los planetas gigantes del sistema solar —Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno— se producen intensas corrientes en chorro que alcanzan velocidades de entre 500 y 1500 kilómetros por hora.
Durante años, los científicos se han preguntado por qué estos vientos extremos soplan hacia el este en Júpiter y Saturno, pero hacia el oeste en Urano y Neptuno, a pesar de que los cuatro planetas comparten condiciones similares: reciben poca luz solar, poseen una fuente de calor interna moderada y giran rápidamente.
Ahora, investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias han desarrollado un nuevo modelo que, por primera vez, ofrece un mecanismo único que explica este antiguo misterio.
Sus hallazgos se publicaron recientemente en Science Advances .
El estudio, dirigido por la Dra. Keren Duer-Milner como parte de su doctorado en el grupo del Prof. Yohai Kaspi en el Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias del Instituto Weizmann, utilizó modelos hidrodinámicos para demostrar que las variaciones en la profundidad atmosférica pueden explicar las direcciones opuestas del viento.
En otras palabras, bajo las mismas condiciones físicas, las corrientes en chorro de un planeta pueden fluir hacia el este o hacia el oeste dependiendo de la profundidad de su atmósfera.
“Nos entusiasmó encontrar una explicación sencilla y elegante para un fenómeno tan complejo”, afirma Duer-Milner, actualmente investigadora postdoctoral en la Universidad de Leiden, en los Países Bajos.
“Comprender estas corrientes en chorro revela procesos fundamentales que dan forma a la dinámica atmosférica, no solo en nuestro sistema solar, sino en toda nuestra galaxia. Este descubrimiento nos proporciona una nueva herramienta para explorar la enorme diversidad climática del universo".
La investigación del profesor Yohai Kaspi cuenta con el apoyo del Centro Helen Kimmel para la Ciencia Planetaria y de Susanne y René Braginsky.
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