Fecha de publicación: 23 de Octubre de 2025 a las 09:10:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: La paciencia y la comprensión resultan determinantes para que un felino construya un lazo de confianza profundo
Contenido: Los gatos suelen ser animales selectivos y reservados al momento de crear lazos afectivos con las personas. Su reconocimiento y apego dependen de gestos sutiles y de la construcción gradual de confianza en el día a día. Comprender cómo funciona el vínculo con un felino es esencial para quienes buscan fortalecer la relación y lograr una convivencia armoniosa.
Observar comportamientos como el parpadeo lento, la exposición del vientre o la búsqueda de contacto físico permite identificar signos claros de preferencia. Al mismo tiempo, generar rutinas estables, respetar el espacio y adaptarse al ritmo del animal facilita que el gato desarrolle seguridad y bienestar en su entorno.
Fomentar un vínculo sólido con un gato requiere tiempo, paciencia y ciertas estrategias recomendadas por especialistas.
1. Parpadeo lento
Según Cats Protection, el parpadeo lento es una de las señales más sutiles pero significativas de confianza en los gatos. Cuando un felino mira fijamente a alguien y cierra y abre los ojos con lentitud, indica que se siente seguro y relajado.
Esta acción equivale a una señal de “no amenaza”, propia de la convivencia con una persona en la que el animal confía, ya que no siente la necesidad de observar atentamente a la persona en búsqueda de señales de peligro. Se le puede responder al felino de la misma manera para reforzar el lazo.
Exponer el abdomen significa para el gato estar en un estado de profunda confianza. La zona del vientre es altamente vulnerable para estos animales, por eso solo se exhibe ante quienes consideran confiables.
Sin embargo, tocarles esa parte suele interpretarse como una invasión, y la mayoría responde con un zarpazo o un rechazo, señal de que el gesto, a veces, es solo una muestra de apertura, no una invitación a acariciar.
El acto de frotar la cabeza o el cuerpo contra una persona constituye para el gato una manera de marcar territorio e integración. Según la ONG benéfica Blue Cross, el animal deposita su olor característico mediante glándulas ubicadas en la cabeza, lo que transmite sensación de familia y pertenencia. “Cuando te dan cabezazos, están combinando su olor con el tuyo. En lenguaje felino, eso es amor”, informan.
El comportamiento de amasar con las patas suele observarse cuando el gato se siente especialmente cómodo y seguro. Desde Blue Cross explican que este gesto proviene de la infancia, cuando estimulaban la secreción de leche en su madre. Si lo hacen con una persona, denota afecto, confianza y estado de relajación.
La postura de la cola erguida es otro indicio de bienestar y vínculo positivo. De acuerdo con Cats Protection, cuando un felino camina y acerca la cola hacia arriba en dirección a su tutor, señala alegría por el reencuentro o deseo de interacción. Es un comportamiento propio de quienes logran establecer una relación segura y sin amenaza recíproca.
Si el animal duerme junto a alguien o sobre su regazo, indica que se siente protegido. El hecho de que un gato se acueste al lado de una persona revela máxima confianza, ya que aprovecha ese momento de vulnerabilidad para estar en contacto. Es una prueba inequívoca de aceptación social y afectiva.
La comunicación corporal es esencial en los felinos. De acuerdo con materiales de la organización australiana RSPCA (Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales), la posición y movimiento de la cola desvelan distintos estados emocionales. Si una persona acaricia a su gato y nota que el animal agita la cola con rapidez de lado a lado, ese movimiento puede indicar molestia y anticipar el deseo de que la interacción termine.
Según la información difundida por la entidad protectora PAWS Chicago, “una cola erguida es una invitación para acariciar o para pedir comida”. Movimientos rápidos pueden denotar irritación o preludio de una reacción defensiva, mientras que los movimientos suaves y flexibles suelen asociarse al juego o al interés. Cuando la cola está baja o envuelta contra el cuerpo, se interpreta como signo de incomodidad o defensa.
Los signos de un gato relajado incluyen cola levantada con la punta suavemente curva, orejas relajadas, ojos entrecerrados y parpadeos lentos. Ante movimientos intensos de la cola, la mejor opción es detener las caricias.
El entorno doméstico influye directamente en el bienestar del gato. De acuerdo a expertos de International Cat Care, la casa debe adaptarse a las necesidades particulares de los felinos al proporcionar espacio para sus comportamientos naturales y garantizar seguridad. Sitios elevados, rincones para esconderse y caminos verticales resultan fundamentales, especialmente cuando conviven varios gatos.
Se enfatiza la importancia de “gatificar” el hogar, es decir, organizar los recursos para cubrir las necesidades de sueño, juego, alimentación, hidratación, descanso y eliminación. Entre las pautas principales se destaca:
Para los gatos que comparten hogar con otros, las guías indican tener un mínimo de un recurso por gato, más uno extra, distribuidos por diferentes ambientes para evitar competencias y estrés.
El bienestar felino depende de la conjunción entre el entorno y la calidad de los vínculos. Observar conductas, respetar la independencia y adaptar el espacio son los pilares para fortalecer la convivencia con estos animales.
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