Menú Responsive Foundation

Fecha de publicación: 23 de Octubre de 2025 a las 07:22:00 hs

COMPARTIR NOTICIA

WhatsApp Facebook

Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

Panamá no es un espectador: por qué el enfoque “bilateral” del presidente Mulino no tiene sentido

Portada

Descripción: La neutralidad declarada por el presidente ignora que el país ya es campo de batalla estratégico entre EEUU y China. Con Huawei en su infraestructura digital y el Canal en juego, el país necesita una neutralidad activa con reglas claras

Contenido: Durante una conferencia de prensa en octubre de 2025, el presidente panameño José Raúl Mulino sostuvo que las actuales tensiones entre Estados Unidos y China son una disputa “bilateral” que no debería involucrar a Panamá. Si bien el deseo de neutralidad es comprensible, ignora un hecho contundente: Panamá ya se encuentra en la encrucijada de dos potencias mundiales en competencia—en lo digital, económico y estratégico. El país se ha convertido en el nodo central del impulso chino de la Ruta de la Seda Digital en el hemisferio y en una prioridad de seguridad para Washington.

Este artículo—elaborado sobre investigaciones previas del Instituto de Inteligencia Estratégica de Miami (MSI²) acerca del arraigo de Huawei en Panamá—explica por qué la narrativa “bilateral” socava la soberanía panameña y propone un marco de neutralidad activa: uno basado en la transparencia, las redes limpias y las alianzas equilibradas que salvaguarden el Canal, los puertos y los datos nacionales.

En su conferencia de prensa semanal del 16 de octubre de 2025, el presidente José Raúl Mulino criticó la presión percibida de la Embajada de Estados Unidos sobre panameños con vínculos comerciales con China y declaró que el choque entre Washington y Beijing era un asunto “bilateral” en el que Panamá no debía verse enredado (AP News, 2025). Agregó con humor que “el mejor desayuno panameño es un desayuno chino”.

Sus declaraciones se produjeron en un país ya conectado a los circuitos estratégicos de ambas potencias. Aunque calibradas políticamente para mostrar independencia, oscurecen una realidad más profunda: Panamá no es un observador neutral, sino una base operativa para ambos poderes. Su geografía, puertos y arterias digitales lo convierten en una intersección inevitable de influencia—moldeada por la historia pero cimentada por la política.

Panamá se colocó en esta posición cuando abrió sus puertas al Partido Comunista Chino en 2017, y China llegó. El entonces presidente Juan Carlos Varela anunció el cambio en un discurso televisado el 12 de junio de 2017, afirmando que establecer lazos diplomáticos plenos con Beijing era el “camino correcto para nuestro país”.

La huella de Huawei. Desde finales de la década de 2010, Huawei Technologies Co. Ltd. ha establecido operaciones en Panamá, incluyendo propuestas para operar un “Centro Regional de Transparencia y Ciberseguridad” y su participación en los despliegues nacionales de 5G (China Global South, 2025).

Contramedidas de EEUU. En junio de 2025, la Embajada de EEUU en Panamá anunció un proyecto de modernización de 8 millones de dólares con el Ministerio de Seguridad Pública para reemplazar el equipo de telecomunicaciones de Huawei en trece sitios críticos (U.S. Embassy, 2025; BNamericas, 2025). El programa hizo referencia explícita a la “resiliencia de redes seguras” y a la “seguridad hemisférica compartida”.

Trayectoria de política. Bajo el presidente Mulino, Panamá no ha renovado su Memorando de Entendimiento de la Franja y la Ruta de 2017 y ha reiterado públicamente que el Canal de Panamá permanece bajo control nacional pleno, señalando una recalibración de los lazos con Beijing (Reuters, 2025).

Estos desarrollos confirman que la infraestructura digital y física de Panamá se ha convertido en una interfaz estratégica—no en una plataforma espectadora—en la rivalidad EEUU–China.

La neutralidad es una elección moral solo cuando la geografía y la infraestructura permiten desvincularse. La posición de Panamá entre dos océanos y dos grandes potencias elimina ese lujo. Los activos de la nación lo convierten en un nodo sistémico—cuyo estatus neutral debe ser defendido activamente, no simplemente declarado.

La neutralidad activa no es silencio; es soberanía a través de reglas. MSI² propone cuatro pilares accionables:

Señor Presidente, Panamá nunca debe dejarse intimidar por nadie—pero la soberanía no se defiende llamando al enfrentamiento “bilateral” y pasando la página. Se defiende con reglas transparentes que protejan su canal, puertos y datos de influencias indebidas. Estados Unidos permanecerá involucrado porque esas arterias sostienen la estabilidad hemisférica—y la estabilidad hemisférica ancla la seguridad estadounidense.

El camino responsable hacia adelante es una neutralidad asertiva con dientes: redes limpias, datos abiertos y asociaciones confiables cimentadas en la transparencia y el orgullo nacional.

Sobre los autores: CDR José Adán Gutiérrez, USN (Ret.), miembro senior, MSI²;

Gerardo Arias, analista geopolítico y licenciado en Estudios Internacionales

Este artículo se basa en el estudio de MSI² Panamá como cabeza de puente digital de China en el hemisferio occidental (2025), alineando sus conclusiones con el marco de “homeland first” de la Estrategia de Defensa Nacional de EE. UU. de 2025.

Publicado originalmente en el Instituto de Inteligencia Estratégica de Miami, un grupo de expertos conservador y no partidista que se especializa en investigación de políticas, inteligencia estratégica y consultoría. Las opiniones son del autor y no reflejan necesariamente la posición del Instituto.

Más información del Miami Strategic Intelligence Institute en www.miastrategicintel.com

Imágenes adicionales
Imagen relacionada 1 Imagen relacionada 2 Imagen relacionada 3 Imagen relacionada 4

Leer más

Visitas: 0