Fecha de publicación: 15 de Octubre de 2025 a las 21:46:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: La Argentina necesita madurez y dólares propios. Construir un proyecto económico sólido requiere no esperar señales desde afuera.
Contenido: Penélope espera durante 20 años la vuelta de Ulises de la guerra. ¿Qué hace? Teje y desteje. ¿Y quién era el hijo de Ulises y Penélope? Telémaco, que queda como rey de Ítaca porque el padre está en la guerra de Troya.
¿Cuál es el problema? Telémaco no puede tomar ninguna decisión porque es un joven inseguro, débil, dubitativo, temeroso y vacilante. ¿Qué le dice la corte? “Esperá a tu padre. Cuando él vuelva, todo se resolverá”.
Hasta que un día se cansa y sale a buscarlo.
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Bueno, por momentos da la sensación de que siempre estamos esperando el mensaje de Ulises desde el más allá. Siempre estamos esperando el tuit de Scott Bessent o el comentario de Donald Trump para ordenarnos. Y un programa económico no puede depender todo el tiempo de las aclaraciones de otro presidente.
Está claro lo que pasó. Una gira que había generado mucha expectativa terminó empañada por un comentario del presidente Trump que se salió del libreto. “Si el presidente Milei no gana, no vamos a ser generosos con la Argentina”, dijo.
Lógicamente, el mercado se preguntó: ¿qué pasa si el 26 de octubre el Gobierno pierde las elecciones de medio término?
En definitiva, la pregunta es: ¿quién sostiene al Gobierno si hay una corrida fuerte? Ahora bien, cuando ves la reacción infantil y arcaica de la oposición, todas las dudas se te pasan en cuestión de segundos. Lo primero que hicieron fue reeditar un clásico de los 40: antes era “Braden o Perón”, ahora es “Trump o Perón”.
Primero, se la pasan despotricando contra Estados Unidos, pero después:
Segundo. En realidad, lo que están escupiendo es un veneno propio de la envidia. ¿Qué foto geopolítica importante consiguió el gobierno anterior? Te diría que Alberto Fernández arrastrándose con el exsecretario de Estado John Kerry. ¿Te acordabas de ese papelón?
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Claro, Fernández jugaba vergonzosamente a dos puntas: le decía a Putin que tenía que entrar a América Latina a través de la Argentina y al mismo tiempo, hablaba de “Juan Domingo Biden”. Nadie le daba bola.
Ni hablar de la realeza de Cristina Kirchner, salteada literalmente por el presidente Obama.
Así nos veían. O mejor dicho: así no nos veían. Literalmente, nos salteaban porque no nos consideraban una pieza importante del tablero de ajedrez internacional. ¿Por qué? Porque el kirchnerismo jugó a ser un protectorado de China, de Rusia y de Venezuela:
Recuerdo que el canciller Timerman abrió con un alicate una valija diplomática de Estados Unidos. Fue tal el bochorno que la señora de Kirchner llegó a decir que Estados Unidos podía llegar a matarla.
Es más: en un momento esta señora le entregó una especie de “Cancillería paralela” al señor Luis D’Elía —antisemita confeso— para que invente un memorándum de entendimiento con el país que nos metió dos bombas en nuestro territorio.
Eso éramos hasta ayer: un país socio del régimen que nos hizo volar por los aires.
Todo eso se consolidó con un presidente que, hasta hoy, sigue dando vergüenza ajena y cuyo mayor logro fue la foto con L-Gante.
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Nunca perdamos de vista el punto de partida: venimos de un presidente reivindicando la cumbia 420 RKT y la marihuana de L-Gante.
¿Qué tenés hoy? Un gobierno con muchos problemas. Un gobierno débil, que no puede acumular dólares y es sumamente dependiente de otros.
Pero que, aun así, logra:
Es muy importante esto último. ¿Por qué? Porque Argentina necesita dejar de depender de los gobiernos. Ya sea Putin, ya sea China, ya sea Trump. Argentina necesita generar sus propios dólares: con Vaca Muerta, con el campo, con el litio y con inteligencia artificial.
Fijate el gráfico de empleo privado:
Siempre estamos igual. No se crea trabajo privado en Argentina.
¿Por qué pasa esto? Porque durante los últimos 20 años la gente que nos gobernó tuvo un discurso esencialmente antiempresa, anticapitalista, antirriqueza y antiactividad privada.
Lo primero que hará el peronismo apenas vuelva al poder es subir impuestos. Y eso que Argentina tiene récord mundial de impuestos.
Entonces, siempre acordate de que los políticos no quieren solucionarte la vida. Son burócratas profesionales que se dedican a ponerte trabas para que siempre dependas de ellos.
Pues bien, ojalá Argentina decida mantener el rumbo correcto, soltando la dependencia de Trump o del guardián de turno.
De lo que estoy completamente seguro es de que no quiero volver al país de L-Gante.
Opiniones libres, hechos sagrados.
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