Fecha de publicación: 13 de Octubre de 2025 a las 13:05:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: El uso adecuado de la palanca de cambios del auto, la adaptación a nuevas condiciones viales y la práctica en lugares controlados ayudan a minimizar errores e incrementar la confianza al conducir
Contenido: El paso de un vehículo de caja manual a uno automático causa percepciones distintas entre conductores. Para quienes están familiarizados con la conducción tradicional, adaptarse a las nuevas dinámicas puede requerir un proceso de ajuste.
El cambio de manejar un vehículo manual a uno automático implica nuevas rutinas y ajustes en la práctica diaria, lo que exige atención a ciertos detalles para garantizar la seguridad al volante.
Según información difundida por Kia en su blog oficial, dominar una caja automática suele ser menos complejo, pero la experiencia varía de acuerdo al hábito y las expectativas previas del usuario. El aprendizaje y la familiarización con los cambios técnicos reducen el margen de error al circular en diferentes trayectos.
El uso del pedal del embrague resulta central en la conducción de autos manuales. Pasar a una transmisión automática elimina esta necesidad. De acuerdo con Kia, el mismo vehículo realiza la mayor parte de los cambios de marcha internamente, aliviando la tarea de equilibrar acelerador y embrague antes de avanzar.
La eliminación del pedal permite enfocarse por completo en el acelerador y el freno. El pie derecho opera ambos pedales, mientras que el izquierdo debe mantenerse fuera de acción.
Ubicar el pie izquierdo detrás del derecho asegura que no se active por reflejo el pedal inexistente, promoviendo una postura correcta durante el aprendizaje.
La palanca de cambios en vehículos automáticos requiere un entendimiento previo para operar de forma segura. Aunque su manejo es menos frecuente que en autos manuales, resulta clave identificar cada posición antes de encender el motor. Kia sugiere familiarizarse con las letras y funciones presentes en la palanca.
Existen cuatro posiciones principales: P para estacionamiento, R para retroceso, N para neutro y D para conducir hacia adelante. El reporte de la automotriz detalla que siempre se debe colocar la palanca en P antes de poner en marcha el auto o al apagarlo, mientras que la N conviene para detenciones prolongadas.
Además, las posiciones adicionales como 1, 2, L o S sirven para escenarios específicos como arrancar en pendientes o mantener velocidades bajas.
Durante el manejo, cualquier cambio en la palanca debe hacerse con el freno presionado. El uso responsable y el conocimiento detallado de estos controles favorecen una conducción más segura y previenen errores operativos frecuentes en quienes solo han manejado autos de caja manual.
La experiencia de uso de una caja automática transforma la concentración durante el manejo. Según Kia, al no intervenir manualmente en la selección de marchas, el usuario presta mayor atención al camino, la velocidad y los desplazamientos de los otros vehículos en la vía.
En recorridos largos, la palanca puede permanecer en D, lo que simplifica la operación y minimiza la fatiga. Además, tramos urbanos con tráfico, semáforos frecuentes o pasos peatonales se resuelven con mayor comodidad, porque no se requiere alternar la mano entre la palanca y el volante.
El estacionamiento y las maniobras a baja velocidad requieren acostumbrarse a la función de arrastre de la transmisión automática, que facilita avances controlados. Al enfrentar pendientes pronunciadas o adelantamientos, algunos vehículos disponen del botón O/D (Overdrive) para reforzar la potencia del motor.
La adaptación plena a las nuevas dinámicas demanda tiempo, sobre todo para arraigar nuevos hábitos y eliminar los reflejos del manejo manual. Según Kia, entrenar en escenarios sin tráfico o con bajo flujo vehicular es fundamental antes de circular por avenidas concurridas.
El primer objetivo es familiarizarse con los mandos, la posición del pie izquierdo y la ausencia de interacción manual con la palanca, salvo en situaciones necesarias. Dedicar varias sesiones cortas a estos ejercicios permite alcanzar un nivel de confianza y dominio suficiente antes de enfrentar condiciones urbanas o complejas.
Tras adquirir soltura inicial, se sugiere incorporar recorridos con tránsito moderado, lo que contribuye a consolidar los movimientos recién aprendidos. La confianza y la competencia instrumental surgen del contacto directo con la cabina y de la repetición en escenarios de exigencia creciente.
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