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Fecha de publicación: 5 de Octubre de 2025 a las 16:40:00 hs

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Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

Un hallazgo bajo la superficie de Chile podría cambiar la forma de entender los terremotos

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Descripción: Un estudio reciente reveló que un inesperado proceso, detectado a 125 kilómetros de profundidad, fue clave en la magnitud de un potente sismo, mucho más allá de lo que se creía posible en la región

Contenido: Un avance encabezado por investigadores de la University of Texas at Austin promete transformar la forma en que Chile aborda el riesgo sísmico. El equipo identificó un mecanismo que intensificó el terremoto profundo de magnitud 7,4, ocurrido en Calama en julio de 2024.

Este fenómeno permitió que un sismo a 125 kilómetros de profundidad generara en superficie una sacudida mucho mayor de la anticipada. El hallazgo, publicado en septiembre de 2025, abre posibilidad para mejorar los sistemas de alerta sísmica y la planificación de infraestructuras en uno de los países más expuestos del mundo.

El grupo de la University of Texas at Austin, con la colaboración de científicos chilenos y estadounidenses, subraya la relevancia de este descubrimiento para la seguridad nacional. Zhe Jia, autor principal del estudio, explicó: “Estos eventos en Chile están provocando más sacudidas de lo que normalmente se espera de terremotos de profundidad intermedia, y pueden ser bastante destructivos”.

Jia añadió que el objetivo de la investigación es comprender mejor estas dinámicas para respaldar la respuesta de emergencia y la planificación a largo plazo en Chile.

El sismo de Calama se diferencia de los megaterremotos superficiales que generaron los mayores daños históricos en el país, como el de 1960 en el centro de Chile, que registró una magnitud de 9,5 y provocó un tsunami devastador. Mientras aquellos ocurrieron a poca profundidad, este tuvo su epicentro a más de 100 kilómetros, dentro de la placa tectónica.

Tradicionalmente, tales terremotos profundos producen menos daños en superficie. Pero en este caso, una secuencia de procesos identificada por los investigadores permitió liberar una cantidad de energía inusualmente alta.

Hasta ahora, la comunidad científica atribuía los terremotos intermedios a la fragilización por deshidratación, proceso en el que el agua expulsada de los minerales debilita la roca favoreciendo la ruptura, y que suele limitarse a zonas inferiores a 650°C.

Sin embargo, el estudio de la universidad determinó que el terremoto de Calama superó este umbral y se extendió 50 kilómetros más, hacia regiones más calientes, debido a un mecanismo distinto: la carrera térmica. En este proceso, la fricción del deslizamiento inicial genera calor intenso en la punta de la ruptura, lo que debilita el material y acelera la propagación del sismo.

“Es la primera vez que observamos un terremoto de profundidad intermedia romper los supuestos previos, propagándose desde una zona fría hacia una muy caliente y avanzando a velocidades mucho mayores”, remarcó Jia, enfatizando que esto implica que se experimentó un cambio de mecanismo: de la fragilización por deshidratación pasó a la carrera térmica.

El equipo de la University of Texas at Austin trabajó junto a colegas de Chile y Estados Unidos, combinando métodos de análisis. Recurrieron a datos sísmicos chilenos para rastrear la ruptura, información de posicionamiento global para medir el deslizamiento de la falla y simulaciones computadorizadas para estimar temperatura y composición de la zona afectada.

Thorsten Becker, coautor del estudio, explicó: “El hecho de que en Chile se espere otro gran terremoto ha impulsado la investigación sísmica y la instalación de numerosos sismómetros y estaciones geodésicas para monitorear tanto los terremotos como la deformación de la corteza en la región”.

El descubrimiento tiene consecuencias directas para la evaluación de riesgos y la mejora de los sistemas de alerta en Chile. Comprender que los terremotos profundos pueden intensificarse a través de mecanismos no previstos obliga a actualizar los modelos de predicción y a adaptar la planificación de las infraestructuras críticas.

Este conocimiento permitirá anticipar mejor la magnitud de las sacudidas en superficie y optimizar tanto la respuesta urgente como la preparación ante próximos eventos.

El proyecto recibió financiamiento de la National Science Foundation, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Chile, el UC Open Seed Fund, los Fundamental Research Funds for the Central Universities y el University of Texas Institute for Geophysics.

El trabajo conjunto y la aplicación de tecnología avanzada resultaron esenciales para esclarecer los procesos que intensificaron el terremoto de Calama.

A medida que aumenta la comprensión sobre los terremotos de diferente profundidad, los hallazgos aportados por la University of Texas at Austin brindan herramientas renovadas para prever la magnitud y el comportamiento de futuros sismos. Esto es clave para fortalecer la planificación de infraestructuras, los sistemas de alerta temprana y la capacidad de respuesta ante emergencias en Chile.

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