Fecha de publicación: 27 de Mayo de 2025 a las 09:15:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: Columnista invitada (*) l Este tipo de trastornos será la principal causa de discapacidad en el mundo para 2030, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Contenido: Recientemente, el barrio de Villa Crespo fue escenario de una tragedia que conmocionó a toda la sociedad: una mujer asesinó a su esposo y a sus dos hijos menores. Este lamentable hecho no solo nos enfrenta con el dolor irreparable de una familia destruida, sino que también nos obliga a reflexionar sobre las falencias y ausencias en la atención de la salud mental en nuestro país.
En la Argentina, el derecho a la salud mental está reconocido y amparado por la Ley Nacional 26.657 (2010), que estableció un cambio paradigmático al desplazar el enfoque meramente médico y hospitalario hacia un modelo de atención comunitaria, inclusiva y respetuosa de los derechos humanos. Esta ley garantiza la protección de la autonomía de las personas, la prevención y tratamiento de trastornos mentales y el acceso a servicios integrales que permitan la recuperación y la integración social.
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Sin embargo, la realidad demuestra que, a más de una década de la sanción de la mencionada ley, aún existen serias dificultades para su implementación efectiva. Las políticas públicas no siempre llegan con la debida intensidad a quienes más lo necesitan, especialmente en contextos sociales vulnerables, aunque no es excluyente de una situación social determinada. La falta de recursos, de profesionales capacitados y de centros adecuados hace que muchas personas con problemas de salud mental no reciban los tratamientos necesarios o el acompañamiento oportuno.
Además, el estigma y la desinformación siguen siendo barreras poderosas que impiden la detección temprana y la búsqueda de ayuda. La aparente “normalidad” de la persona con problemas de salud mental puede ocultar un sufrimiento profundo, que requiere atención profesional y un seguimiento constante.
Es fundamental:
La salud mental es un derecho humano esencial y su protección es responsabilidad de todos. Sólo con un compromiso firme y coordinado podremos evitar que ocurran casos como éste, que se vienen sucediendo con una frecuencia preocupante en el último tiempo, y construir una sociedad más justa, saludable y solidaria.
(*) Mercedes Tombesi, abogada, periodista y docente de Derechos Humanos de la UBA.
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