Fecha de publicación: 1 de Octubre de 2025 a las 00:06:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Se trata de una bacteria que se aloja en el revestimiento del estómago y puede permanecer allí durante años sin ser detectada
Contenido: El estómago es uno de los órganos más importantes de nuestro sistema digestivo, responsable de descomponer los alimentos y absorber los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar. Sin embargo, también es uno de los órganos más vulnerables a distintas enfermedades que, de no tratarse a tiempo, pueden tener consecuencias graves para la salud.
Según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), en el Perú las enfermedades gastrointestinales representan una de las principales causas de consulta médica y hospitalización. Entre ellas, la gastritis y las infecciones estomacales son muy frecuentes. Aunque la gastritis es conocida por sus síntomas molestos como dolor abdominal o acidez, muchas veces estas señales pueden confundirse con una infección crónica por Helicobacter pylori, una bacteria que, si no se detecta y se trata adecuadamente, puede convertirse en la causa principal del cáncer de estómago, uno de los más letales a nivel nacional.
La Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria que se aloja en el revestimiento del estómago y puede permanecer allí durante años sin ser detectada. Se estima que más del 50 % de la población mundial está infectada, aunque no todos desarrollan síntomas. En el Perú, diversos estudios de EsSalud muestran que la infección por esta bacteria es altamente prevalente, sobre todo en adultos jóvenes y en personas con acceso limitado a servicios de salud.
El problema de la H. pylori es que, cuando se convierte en una infección crónica, daña progresivamente la mucosa gástrica, lo que aumenta el riesgo de desarrollar úlceras, gastritis crónica e incluso cáncer de estómago. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como un agente cancerígeno de primer nivel. Por esta razón, la detección temprana de la bacteria es clave para prevenir complicaciones graves y proteger la salud digestiva.
Uno de los principales desafíos de la H. pylori es que sus síntomas suelen ser muy similares a los de la gastritis, lo que lleva a muchas personas a pensar que solo sufren una inflamación estomacal pasajera. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
Como estos síntomas son prácticamente idénticos a los de la gastritis, muchas personas se automedican con antiácidos o remedios caseros, lo que puede aliviar momentáneamente el malestar pero no trata la raíz del problema. Con el tiempo, la infección crónica debilita el revestimiento del estómago y puede evolucionar hacia lesiones precancerosas. De acuerdo con Minsa, esta confusión en el diagnóstico es una de las razones por las cuales el cáncer de estómago suele detectarse en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de tratamiento son menores.
Diferenciar una gastritis común de una infección por H. pylori requiere pruebas médicas específicas. Algunos de los métodos más utilizados son:
Un médico gastroenterólogo es quien puede determinar cuál es la prueba más adecuada según cada caso. A diferencia de la gastritis, que muchas veces puede controlarse con cambios en la dieta y medicamentos para reducir la acidez, la infección por H. pylori requiere un tratamiento específico a base de antibióticos combinados con inhibidores de la bomba de protones.
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