Fecha de publicación: 26 de Septiembre de 2025 a las 23:00:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Los autores del estudio reconocen que “la definición de este tipo de episodios no está cerrada”
Contenido: Un fenómeno conocido como lucidez terminal ha comenzado a captar la atención de médicos, neurocientíficos y familias de pacientes con enfermedades neurodegenerativas. Se trata de esos instantes de claridad mental que algunas personas experimentan justo antes de fallecer y que las familias viven como un regalo inesperado.
Según una revisión publicada en 2024 por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la lucidez paradójica se define como “un episodio de comunicación o conexión inesperada, espontánea, significativa y relevante en personas con demencia avanzada”, aunque los propios autores reconocen que “la definición de este tipo de episodios no está cerrada”.
El doctor José Manuel Marín-Carmona, coautor principal de la revisión y especialista en Geriatría en el Programa de Memoria del Centro de Envejecimiento Saludable del Ayuntamiento de Málaga, detalló que estos episodios “se caracterizan por la aparición de una conexión que se da en una persona en la que esto no es esperable”.
“En muchos casos, la persona recupera su conciencia de quién es y de en qué contexto está. Sabe con quién está hablando y comprende en qué condiciones está. Pero son episodios momentáneos que pueden durar minutos, horas o, en algunos casos, días”, añadió.
Es más, desafortunadamente, “en un porcentaje muy elevado ocurren en las horas previas al fallecimiento”, concretó.
Aunque la causa exacta sigue siendo desconocida, varias hipótesis apuntan a la neuroplasticidad y a cambios bioquímicos en el cerebro.
Este fenómeno se apoya en la evidencia de que la neuroplasticidad, estudiada por Santiago Ramón y Cajal, permite al cerebro adaptarse y compensar daños incluso en edades avanzadas y en presencia de patologías neurodegenerativas.
“En general, se producen daños estructurales a nivel cerebral, progresivos e irreversibles. Esto hace que la persona esté desconectada, desorientada, que no se pueda comunicar. Pero, si se puede recuperar temporalmente la función, a lo mejor es porque esta neurodegeneración no es estructural, sino funcional”, explica Marín Carmona.
Entre las explicaciones propuestas por la neurociencia se encuentran:
Sectores más espirituales interpretan la lucidez terminal como prueba de que la conciencia no está limitada al cerebro, aunque la comunidad científica insiste en que “estas ideas carecen de evidencia empírica”.
El fenómeno también plantea cuestiones éticas y filosóficas sobre la identidad personal.
“Cuando vemos cómo nuestros pacientes se deterioran y pierden capacidades cognitivas, incluso desarrollando trastornos de conducta o neuropsiquiátricos, es muy frecuente que los familiares digan: ‘Ya no es mi padre’, porque ha perdido los atributos que uno reconocía en esa persona”, afirma Marín-Carmona.
Sin embargo, los científicos defienden que “sí mantiene su identidad”. “Mientras haya conciencia, la persona está ahí. Fenómenos como lucidez terminal lo demuestran y la dignidad debe mantenerse por encima de todo”, concluye el investigador.
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