Fecha de publicación: 27 de Septiembre de 2025 a las 02:39:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Las mismas fueron promovidas por Francia, Alemania y Reino Unido (el grupo E3), que acusan a Teherán de no respetar los límites de su programa nuclear
Contenido: Una serie de sanciones de la ONU contra Irán por su programa nuclear, levantadas en virtud de un acuerdo histórico de 2015, volverán a entrar en vigor a finales del sábado, salvo que se produzca un avance diplomático, que se considera poco probable.
Las sanciones se volverán a imponer porque el grupo europeo “E3” (Gran Bretaña, Francia y Alemania) activó un mecanismo en el acuerdo alegando que Teherán no estaba cumpliendo con sus obligaciones.
A continuación se presentan algunos datos clave sobre el llamado proceso “snapback”.
Las sanciones se dirigen a empresas, organizaciones e individuos que contribuyen directa o indirectamente al programa nuclear de Irán o al desarrollo de sus misiles balísticos. Proporcionar el equipo, la experiencia o la financiación necesarios son motivos de sanciones.
Las sanciones que se restablecerán incluyen un embargo de armas convencionales con la prohibición de cualquier venta o transferencia de armas a Irán.
Se prohibirán las importaciones, exportaciones o transferencias de partes y tecnologías relacionadas con el programa nuclear y balístico. Se congelarán los activos de entidades e individuos en el extranjero pertenecientes a personas o grupos iraníes vinculados al programa nuclear.
A las personas designadas como participantes en actividades nucleares prohibidas se les podrá prohibir viajar a los Estados miembros de las Naciones Unidas. Los Estados miembros de la ONU deberán restringir el acceso a las instalaciones bancarias y financieras que puedan ayudar a los programas nucleares o balísticos de Irán.
Cualquiera que viole el régimen de sanciones podría ver sus activos congelados en todo el mundo.
Ahora la Unión Europea podría volver a imponer medidas separadas junto con las sanciones globales fundamentales. Su objetivo era golpear la economía iraní, no sólo para obstaculizar la actividad nuclear, sino también para infligir dolor fiscal para obligar a Teherán a cumplir.
Los países occidentales temen que Irán adquiera armas nucleares, algo que Teherán niega vehementemente mientras defiende su derecho a desarrollar un programa nuclear para fines civiles.
Estados Unidos ya impone sus propias sanciones, incluidas aquellas que prohíben a otros países comprar petróleo iraní, después de que el presidente Donald Trump se retirara del acuerdo nuclear en su primer mandato.
El proceso de “reinicio rápido” reactiva las resoluciones de la ONU, pero su implementación práctica requiere que los Estados miembros de la ONU actualicen sus leyes para cumplirlas.
Dependerá de la UE y Gran Bretaña aprobar la legislación para que se puedan aplicar las sanciones, pero ninguno de los dos ha dado detalles sobre ese proceso.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las sanciones asociadas son vinculantes, pero se violan con regularidad. La gran pregunta es si países como China y Rusia, que consideran ilegal la activación del “snapback”, decidirán no acatar la ley.
Algunos países, incluida China, continuaron comerciando con Irán a pesar de la presencia de sanciones estadounidenses.
Las potencias europeas esperan que Rusia no cumpla las sanciones, pero no tienen claro cómo podría reaccionar China, que importa una cantidad importante de petróleo de Irán.
“Eludir las sanciones tiene un coste: un coste político, pero también un coste financiero y económico, porque las transacciones financieras se vuelven más caras”, explica Clement Therme, investigador asociado del Instituto Internacional de Estudios Iraníes de la Sorbona. Las compañías navieras son un ejemplo de empresas que sentirán el impacto.
“En el caso de las sanciones de la ONU, probablemente no veremos un bloqueo total, sino un aumento de los costos”, añadió Therme.
(AFP)
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