Fecha de publicación: 25 de Septiembre de 2025 a las 14:22:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: ESPECTACULOS
Descripción: Invitado a Otro día perdido, el actor vivió un momento desopilante cuando el conductor le mostró una imagen suya de cuando era niño
Contenido: “Increíble, es una reliquia esa”, soltó Peter Lanzani entre risas y sorpresa, cuando en pleno aire de Otro Día Perdido, Mario Pergolini le mostró un antiguo afiche de su infancia. El actor, conocido por su versatilidad y por marcar una huella en la televisión y el cine argentino, se quebró por un instante de nostalgia, dejando ver una parte insospechada de su historia. “No, prefiero ni saberlo”, bromeó Lanzani al enterarse de que estaba por ver una reliquia de sus primeros pasos en el mundo del espectáculo, antes de que los flashes y los grandes papeles definieran su carrera.
La reacción se volvió viral: “O sea, si ya arrancás así, con tapones de punta, te digo”. Entre bromas con Pergolini, el actor evocó recuerdos de su niñez que marcaron su destino artístico. “Yo estaba jugando al fútbol en la playa con amigos. Ahí tenía... No sé si tenía 10 años”, confesó sobre aquel momento en que su vida cambió sin previo aviso, cuando una simple foto significaría el inicio de una larga aventura profesional. “Le pagaron a mi viejo”, agregó entre carcajadas, advirtiendo el humor con el que afronta ahora esos comienzos, mientras su interlocutor le recordaba: “Claro, y siempre te dicen: A mí no me dieron nada”.
La charla con Mario Pergolini trajo consigo una revelación inesperada para Peter Lanzani, quien se enfrentó a una reliquia de su propia niñez.
Mientras Lanzani relataba cómo fue aquel día en el que le pidieron tomarle una foto y le hablaron a sus padres para hacer una publicidad, el conductor reparó en un detalle de su aspecto físico. “¿Tenías claritos?“, le preguntó entre risas acerca del color de su cabello. “No, era albino de chico, era muy rubio”, confesó el actor con humor sobre el tono de su pelo muy claro.
La historia se completa con el hecho simple y anecdótico de haber sido elegido para la foto casi por azar: “Me pidieron sacarme una foto y sacaron una foto con otros pibes y fueron a buscar a mis viejos y le pagaron a tu viejo. Le pagaron a mi viejo”, recordó, evidenciando esa mezcla de inocencia y asombro que todavía le provoca pensar en sus primeros contactos con los medios. “Y ahora están viviendo en Belgrano, imaginate, no sabés la casa que tienen”, agregó entre bromas, aludiendo a la supuesta “herencia” que aquel trabajo infantil le dejó a sus padres.
El trayecto, entonces, comenzó mucho antes de la fama y los titulares. “Así terminé, haciendo 14 personajes, delirantes. Macaulay Culkin le hicieron”, remató Lanzani, asumiendo con ironía y simpatía el torbellino artístico que se desató desde ese primer momento fortuito en la playa.
Durante su participación en el programa Terapia Picante, Lanzani compartió cómo la transformación física es clave en la construcción de sus personajes. En ese contexto, recordó una anécdota con el director Luis Ortega, quien le sugirió eliminar su característico lunar para los rodajes de El Ángel y El Clan. El actor se negó, argumentando: “Mucha gente me reconoce por el lunar”. Finalmente, el equipo de maquillaje optó por disimularlo parcialmente para que su imagen resultara menos identificable.
El proceso de caracterización, según Lanzani, implicó aceptar estilos que no siempre coincidieron con sus preferencias personales. “La gran mayoría de las veces yo no tengo un look que a mí me gustaría tener. A veces aparezco con cada cosa rara, bigotes y cosas raras, pelo largo, con cortes raros y maneras de peinarlo rarísimo, buscando a un personaje. Y bueno... El look ayuda a buscarlo, cien por ciento”, afirmó el actor.
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