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Fecha de publicación: 25 de Septiembre de 2025 a las 09:29:00 hs

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Medio: TN

Categoría: GENERAL

Florencia Valvecchia, oftalmóloga: “No hay que frotarse los ojos, solo empeora la alergia”

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Descripción: Columnista invitada (*) l La primavera provoca un aumento de los alérgenos en el aire y muchas personas sufren sus efectos en la vista. Con medidas simples es posible reducir la irritación, prevenir complicaciones y disfrutar de la estación sin molestias.

Contenido: La primavera trae flores, colores y días más largos, pero también un incremento del polen y el polvo en suspensión. Para muchos, eso significa ojos irritados, enrojecidos y con sensación de arenilla. El sistema inmunológico reacciona como si esas partículas fueran una amenaza y libera histamina, responsable de la inflamación ocular.

Leé también: Cómo saber si el dolor de cabeza y la fatiga son producto de una alergia estacional

El cuadro más común es la conjuntivitis alérgica estacional. Aunque no afecta la visión, limita la calidad de vida y suele venir acompañada de rinitis, estornudos y congestión nasal. No se trata solo de una molestia: puede interferir con el descanso y el rendimiento diario. En niños y adolescentes, además, la falta de concentración generada por los síntomas puede impactar en el estudio y las actividades cotidianas. Como primeros auxilios, enjuagarse los ojos con solución salina fría o agua limpia ayuda a eliminar los alérgenos.

La prevención es el mejor tratamiento. Algunas medidas prácticas para reducir el contacto con alérgenos son:

También conviene ducharse al regresar de la calle, para eliminar polen que puede quedar en la piel y el cabello. Son pequeños hábitos que evitan que la alergia se convierta en protagonista de la temporada.

Si los síntomas aparecen, hay recursos efectivos para controlarlos. Las compresas frías en los párpados calman la inflamación y las lágrimas artificiales ayudan a arrastrar alérgenos y reducir la sequedad.

Un consejo clave: no frotarse los ojos. Aunque alivia momentáneamente, agrava la irritación y puede favorecer lesiones o infecciones. Frotarse demasiado también puede generar complicaciones como ojeras, abrasiones corneales o infecciones.

El especialista puede indicar colirios con antihistamínicos, corticosteroides o inmunomoduladores, e incluso evaluar la inmunoterapia con vacunas antialérgicas. En personas que además presentan rinitis o congestión nasal, pueden sumarse antihistamínicos orales.

Con diagnóstico y tratamiento adecuados, las alergias oculares no tienen por qué arruinar la primavera. Prestar atención a las señales del cuerpo y no automedicarse son claves para atravesar la temporada con bienestar visual.

(*) Florencia Valvecchia es médica especialista en Oftalmología. M.N. 113603 ( UBA). Subespecialista en superficie ocular e infectología. Miembro del Consejo Argentino de Oftalmología. Profesional del Centro de Ojos Quilmes.

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