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Fecha de publicación: 24 de Septiembre de 2025 a las 10:05:00 hs

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Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

Retrocultura Activa | V: Invasión Extraterrestre - Lagartos, fascismo y nostalgia ochentera

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Descripción: Entre reptiles, conspiraciones y resistencia, ‘V: Invasión Extraterrestre’ revela cómo la ciencia ficción ochentera sigue vigente como espejo cultural

Contenido: ¡Hola, amigos de Malditos Nerds! Bienvenidos a una nueva entrega de Retrocultura Activa, la columna donde el pasado se encuentra con el presente y juntos hacen un cha-cha-cha que ni los extraterrestres se atreverían a interrumpir.

Hoy vamos a hablar de “V: Invasión Extraterrestre”, una serie que, como las mejores conspiraciones, tiene más capas que una cebolla. Y no, amigo, no me refiero a las cebollas en las hamburguesas de los Visitantes; aquí de lo que hablamos es de una obra que abarca clase, intriga y... ¡Fascismo! Pero no te asustes, que todo esto lo vamos a desmenuzar con un espíritu de humor e ironía.

V: Invasión Extraterrestre no es solo una serie de ciencia ficción típica de los años ochenta. Es más bien un vistazo filosófico y, a veces, oscuro, sobre cómo las grandes visiones de los políticos pueden encubrir intenciones nefastas. Creada por Kenneth Johnson, la serie nos presenta a los Visitantes, unos reptiles con pinta de humanos que vienen a la Tierra prometiendo avances tecnológicos y paz. Sí, como esas promesas de campaña que todos escuchamos, pero que nunca se materializan. Y es que, ¿quién no ha sentido la tentación de poner en su biografía “Prometí muchísimo, pero mi promesa más importante fue no cumplir ninguna”?.

En fin, la trama básica nos cuenta que estos Visitantes, que parecen más seres de Star Trek que de una serie de horror cósmico, llegan en platillos voladores a varias ciudades del mundo. Los gobiernos, inclinándose ante el brillo de la tecnología prometida, se dejan envolver por los encantadores lagartos. Pero, como un gatito adorable que esconde siempre una garra afilada, las cosas pronto comienzan a torcerse de maneras inesperadas y peligrosas. Y aquí es donde la serie hace un giro que la diferencia de otros relatos de invasión alienígena: no todo es blanco y negro. Los Visitantes no son simplemente monstruos sedientos de sangre, sino políticos astutos, expertos en propaganda y manipulación social. Si George Orwell hubiera escrito ciencia ficción pulp en los ochenta, probablemente habría salido algo parecido.

Ahora, ¿por qué una serie sobre reptiles en calzoncillos rojos ha dejado una huella imborrable en la cultura pop? ¡Porque, amigos, hay algo irresistible en ver a la humanidad unida bajo una causa común, luchando contra una opresión que parece sacada de las pesadillas más raras! El principal protagonista, el periodista Michael Donovan, se convierte en un símbolo de la resistencia. Es el típico héroe con cara de borracho al que nadie le cree nada hasta que demuestra que, efectivamente, un científico no socializa con refrigerios en reuniones de amigos, sino que se los está tomando en su nave nodriza (literalmente).

Podemos decir que los episodios son un relato claro de lucha contra la opresión, las desapariciones misteriosas (como ese amigo que nunca aparece a las cenas y que juramos que existe) y una atmósfera oscura que sigue atrapando a los fanáticos. La serie te hace preguntarte qué tan bien conocemos a nuestros vecinos realmente, sobre todo si tienen la costumbre de usar gafas oscuras en interiores. Ya saben, para mí, hasta Alf, el extraterrestre, siempre fue un poco extraño...

Si bien “V” se estrenó en los ochenta, su relevancia nunca ha desaparecido. Recientemente, Kenneth Johnson, creador también de El hombre nuclear, La mujer biónica y la primera serie de Hulk, ha manifestado su deseo de revivir la serie, y es que los temas que aborda parecen más actuales que nunca. ¿Estaremos preparados para que nuestros abuelos reconozcan un extraterrestre cuando lo vean en la tele? Spoiler: probablemente no, porque en su mente aún hay espacio para recordar que los Visitantes tienen cierto extraño apetito por devorar seres pequeños como si fueran mermelada de frambuesa.

Bajo este prisma, la serie original sigue fascinando tanto a viejos fans como a nuevas audiencias que empiezan a descubrirla gracias a plataformas de streaming. Hay una nueva atracción por lo retro que afortunadamente nunca pasará de moda, como algunos de los trajes que llevaban los Visitantes. Quiero decir, para muchos es un viaje al pasado, para otros es un descubrimiento de cómo una historia aparentemente sencilla puede despertar tan profundas reflexiones sobre el poder, el miedo y la resistencia. Y aquí entra otro punto interesante: “V: Invasión Extraterrestre” es, en cierto modo, un eslabón perdido entre la paranoia sci-fi de los años cincuenta y las distopías modernas tipo Los Juegos del Hambre. Su estructura narrativa, con personajes que luchan contra un sistema aparentemente invencible, ha sido reciclada en incontables ocasiones, lo que la vuelve aún más relevante hoy en día.

Más que una simple serie de ciencia ficción, “V” es un espejo que refleja nuestras propias inquietudes sociales. ¿Qué harías si te das cuenta de que el ser humano no es más que un aperitivo para un alienígena? La serie plantea cuestiones sobre el autoritarismo, la conformidad y la resistencia individual frente a un sistema opresor. Además, ¿quién puede olvidar el momento en que se revela la verdadera naturaleza de estos seres? Esa sensación de traición política e institucional que despierta, de alguna manera, la nostalgia de aquellos días de incuestionable candidez donde la Tierra estaba a punto de empezar su próxima era intergaláctica.

Y si a todo eso le sumamos la cantidad de “¡No te lo puedo creer!” que la trama de “V” nos proporciona, tenemos una mezcla explosiva que ha hecho que la serie se convierta en un clásico imprescindible que vale la pena redescubrir. Aunque, honestamente, debo decir que un nuevo film de los Cazafantasmas con protagonistas masculinos también podría funcionar... pero eso es otra historia.

La influencia de “V” no se limita a la pantalla chica; ha permeado la cultura pop a través de los años. Desde referencias en otras series hasta el cariño de los cosplayers en convenciones de cómics. ¿Alguna vez has visto a alguien disfrazado de Visitante? Espectacular, ¿verdad? Aunque, seamos sinceros: nadie dijo que ser un reptil alienígena significara que tu traje no podría hacerte sentir raro en la convención, entre filas de superhéroes.

Incluso hoy, en tiempos donde la ciencia ficción está en su era dorada gracias al streaming, “V” sigue siendo un referente para las historias de resistencia y conspiración. De hecho, no sería descabellado pensar que series como Colony o The Man in the High Castle le deben más de un guiño a la saga de Kenneth Johnson.

A medida que los rumores de una posible reinvención de “V” resurgen, es innegable que el trabajo de Kenneth Johnson y su serie original siguen siendo un faro de advertencia, un texto en el que muchos buscan respuestas. Si estás leyendo esto y no viste “V: Invasión Extraterrestre”, ¿qué estás esperando? Da el salto. Deja que esos lagartos carnívoros te cuenten su historia mientras disfrutas de un buen paquete de tu snack preferido — o mejor aún, algo más saludable ya que, como hemos aprendido, no todo el mundo tiene el mismo gusto por los roedores.

Así que... a prepararse, estimado lector, aunque ya no tengamos platillos voladores sobre nuestras cabezas (o sí, quién sabe), hay una inminente invasión de nostalgia en el horizonte. Por ende, busquemos un poco de buena compañía y disfrutemos de una serie que, a lo largo de los años, ha mostrado que siempre habrá luz en la oscuridad... siempre que no se trate de un sitio lleno de lagartos. ¡Nos vemos en la próxima entrega de Retrocultura Activa!

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