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Fecha de publicación: 21 de Septiembre de 2025 a las 05:55:00 hs

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Medio: TN

Categoría: GENERAL

José Ingenieros, el ensayista aplaudido, discutido, admirado y criticado que no pasó desapercibido

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Descripción: Fue uno de los más importantes escritores argentinos de todas las épocas. Pero también fue un psiquiatra avanzado, un sociólogo eminente y sobre todo, un consagrado criminalista.

Contenido: Si tuviera que elegir, en mi modesta opinión, al más importante escritor argentino de todas las épocas mencionaría a José Ingenieros. Y creo que no sería quien les habla, el único que lo ubicaría en ese sitial.

Ingenieros cultivó especialmente un género literario: el ensayo. Así como el novelista es el escritor que crea ficción, inventa diríamos, para simplificar, el ensayista sólo opina.

En sus libros no hay trama, argumento ni acción alguna.

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Ingenieros fue aplaudido y discutido, admirado y criticado. Pero lo seguro es que en su breve vida de sólo 48 años no pasó inadvertido.

Ingenieros amó la Medicina y se recibió de médico a los 22 años. Se interesó por la política y también por las letras, tanto es así, que escribió más de 20 libros.

Había nacido en 1877 en Palermo, Italia, como Giuseppe Ingegnieri. Llegó a Buenos Aires a los seis años de edad luego de que su padre emigrara de Italia por ideas –adivinamos que serían ideales- opuestos al régimen allí vigente.

Y el fruto suele caer siempre cerca del tronco. Y ese fruto es el pequeño José, –que ya no es más Giusseppe- y que heredó sin duda la fortaleza espiritual y la dignidad insobornable de su padre.

A los 25 años, en 1902, Ingenieros publicó su primer libro “La Psicopatología en el Arte” donde estudia la psicología de los criminales natos.

Meses después, llegó el segundo libro: “La Simulación en la Lucha por la Vida”, donde escribió que para muchos hombres saber vivir es saber simular. Enseguida, publicó “Simulación de la Locura”.

Y a los 36 años, surgió de su mente lúcida uno de sus libros más importante y conocidos: “El Hombre Mediocre”.

Allí, expresa que la sociedad está dividida en dos partes:

Después llegó otro libro fundamental: “Las Fuerzas Morales”. Ingenieros fue un psiquiatra avanzado, un sociólogo eminente y sobre todo, un consagrado criminalista.

Actuó en política, en el socialismo, y fue cofundador del diario de este partido: “La Vanguardia”.

A los 25 años, se desafilió del socialismo, aunque casi todos sus amigos como Alfredo Palacios y Juan B. Justo, siguieron perteneciendo a ese partido.

Dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y ejerció una poderosa influencia en la juventud de su tiempo.

José Ingenieros escribió una vez: “He cursado simultáneamente dos carreras. Por eso adquirí nociones de ciencias médico-biológicas como médico y también estudié ciencias físico-naturales. Cultivé, ya por placer, las ciencias sociales y me apasioné por las letras”.

Fue profesor de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de los 23 a los 28 años. Su talento y su dignidad le acarrearon adversarios. Porque la envidia es un impuesto al éxito.

Él, por sus valores, estaba más alto que sus colegas. Y los que vuelan suelen rozar con sus alas a los que no pueden volar.

La calumnia lo hirió y decidió radicarse en Madrid. Corría el año 1911 y tenía 34 años. Durante tres años permaneció en Europa, donde se casó y tuvo cuatro hijos, tres de ellos mujeres, que completaron su dicha.

Regresó a la Argentina en 1914 cuando estaba comenzando la Primera Guerra Mundial. Le costaba aceptar el conflicto bélico porque él era un humanista y sabía que en las guerras la crueldad es casi un deber.

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Y llegó el 31 de octubre de 1925. Su vida se apagó no sin antes decirles a sus hijos, en ese día de despedida: “Vivan con dignidad. Prescindan de todo, pero jamás de la dignidad”.

Y este hombre pudo haber escrito él mismo este aforismo final que considero que resume su pensamiento.

“La vida es un laberinto. Pero los iluminados conocen la salida”.

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