Fecha de publicación: 19 de Septiembre de 2025 a las 20:43:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: La comunidad internacional mantiene el foco en hechos recientes vinculados a la detención de opositores y los procesos judiciales en Caracas
Contenido: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó formalmente una autorización al régimen de Nicolás Maduro para ingresar a Venezuela y comprobar en el terreno la situación de los derechos humanos.
Esta petición, que aparece en una carta oficial dada a conocer hoy, busca abrir un canal de observación directa y diálogo con diferentes actores del país, en un contexto marcado por denuncias sostenidas de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y violaciones a derechos fundamentales.
Según informó The Associated Press, la comunicación oficial da como uno de los ejes importantes “observar la situación de las personas privadas de libertad en el Centro de Procesados y Penados de la capital”, conocido como El Helicoide, uno de los recintos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). De acuerdo, con la información de AFP, alberga dicho lugar a destacados opositores al régimen.
La CIDH llamó a las autoridades venezolanas a otorgar su anuencia para poder “recabar información oficial en el terreno y contrastarla con la proporcionada por víctimas y organizaciones de la sociedad civil”, explicó Gloria de Mees, comisionada de la CIDH para el país sudamericano, en declaraciones recogidas por AP.
La solicitud llega en un clima de alta tensión política y de demandas persistentes de rendición de cuentas por parte de la administración chavista. Informes suministrados a la CIDH aseguran que cientos de personas permanecen bajo arresto por motivos políticos. Además, varias familias carecen de información precisa sobre el paradero de sus familiares, lo que implica elementos compatibles con la definición de desapariciones forzadas.
Organizaciones como Foro Penal, elevan a 823 el número de detenidos por causas políticas y alertan sobre procesos judiciales paralizados durante años. Frente a estas acusaciones, las autoridades venezolanas mantienen que las detenciones responden a conspiraciones orientadas a desestabilizar al régimen de Maduro.
La misiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos orienta su pedido bajo dos premisas: por un lado, busca “constatar en el lugar” las graves denuncias de abusos y, por el otro, ofrece al Estado venezolano la posibilidad de presentar ante un órgano internacional una versión sustentada de los hechos.
En sintonía con eso, la permanencia de la crisis humanitaria y la presión internacional han mantenido a Venezuela en la agenda del organismo regional, tanto a través del secretario general como del Consejo Permanente.
La CIDH, con sede en Washington y autonomía plena dentro de la estructura de la OEA, reitera en su último comunicado que su objeción también en el compromiso con acciones concretas.
La posición de la Comisión no es reciente ni aislada. A lo largo de los últimos años, expertos independientes de Naciones Unidas, diversas ONG y foros multilaterales han sumado informes sobre crímenes contra la humanidad, malas condiciones carcelarias, obstáculos al acceso a la justicia y campañas de persecución política.
Al respecto, la carta oficial advierte que, sin la anuencia oficial venezolana, la CIDH mantendría su compromiso con el pueblo del país mediante mecanismos alternativos, entre ellos monitoreos a distancia, medidas cautelares y la elaboración de reportes públicos sobre la situación general y casos específicos.
(Con información de AP y AFP)
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