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Fecha de publicación: 18 de Septiembre de 2025 a las 11:03:00 hs

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Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

El smartphone ya no soporta nuevas apps: cinco pistas para saber si llegó el momento de cambiarlo

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Descripción: La falta de soporte de software, aplicaciones incompatibles, lentitud extrema y almacenamiento insuficiente advierten que es momento de evaluar el recambio del dispositivo para evitar riesgos y limitaciones

Contenido: El avance de los sistemas operativos móviles marca el ritmo de la vida útil de cualquier dispositivo. Uno de los primeros síntomas de obsolescencia es la imposibilidad de instalar la versión más reciente del sistema operativo, una limitación que deja sin soporte funciones, parches de seguridad y acceso a las mejoras más relevantes de la industria.

Empresas como Apple y Samsung establecen ventanas específicas de soporte, por lo que si un teléfono no muestra actualizaciones disponibles, ha salido del ciclo previsto por el fabricante.

La disminución significativa del rendimiento es otro indicador claro de que el smartphone está quedando atrás en el mercado. Cuando abrir aplicaciones se convierte en una tarea lenta o la batería comienza a agotarse de forma inesperada, el usuario se enfrenta a la evidencia de que el hardware no responde a las exigencias del software moderno.

Los expertos recomiendan evaluar si los retardos y bloqueos se repiten pese a intentos de optimización, restablecimiento de fábrica o eliminación de archivos temporales.

La imposibilidad de descargar o instalar nuevas aplicaciones también evidencia la transición de un teléfono hacia la obsolescencia. Recientes actualizaciones de plataformas como WhatsApp y Instagram requieren versiones de sistema operativo más recientes y mayores recursos de procesamiento.

Si las aplicaciones clave no aparecen disponibles en la tienda o notifican que no pueden ejecutarse por falta de requisitos, resulta una señal concreta de que el dispositivo no podrá cubrir futuras necesidades digitales.

Cuando el hardware o el espacio de almacenamiento impiden que el teléfono acepte las últimas actualizaciones, sus efectos negativos se multiplican con el tiempo. Los dispositivos experimentan inestabilidad, lentitud y están más expuestos a fallos o vulnerabilidades de seguridad.

Hay quienes consideran este déficit una simple molestia, pero para usuarios activos en plataformas digitales o dependientes de apps bancarias o de trabajo, el impacto puede ser limitante y riesgoso.

Escoger un modelo de smartphone con almacenamiento suficiente y procesador actualizado ayuda a prolongar la vida útil y evitar reemplazos anticipados.

Los especialista mantener el sistema operativo actualizado, liberar espacio cuando una actualización lo exija y revisar la compatibilidad antes de instalar nuevo software. Si el fabricante ya no ofrece soporte y los intentos por optimizarlo resultan insuficientes, conviene evaluar el recambio por un equipo más moderno.

En la actualidad, la variedad de usos que se le da al teléfono obliga a hacer revisiones periódicas. Si bien un dispositivo puede continuar operativo para llamadas o mensajes, muchas personas requieren herramientas de gestión de archivos, productividad, fotografía o trabajo remoto.

Para saber si el teléfono cumple con las expectativas, conviene medir el tiempo que tarda en abrir aplicaciones, navegar en internet y cuánto dura la batería con un uso habitual. Cargar el teléfono varias veces al día o notar que ya no hay espacio suficiente para apps o archivos puede ser determinante.

Las necesidades digitales han crecido tanto en los últimos años que un teléfono con almacenamiento al límite o sin capacidad para ampliar su memoria suele resultar poco práctico.

Además, planes de datos pequeños pueden agotar su capacidad antes de finalizar el mes si el dispositivo ya no administra correctamente el tráfico. Ambos factores, sumados al resto de señales, confirman que el ciclo de vida útil se encuentra cerca de su final.

El proceso de renovación tecnológica exige analizar regularmente si el teléfono acompaña el ritmo de uso personal, laboral y social. Los fabricantes continúan ampliando catálogos y mejoras en hardware y software, por lo que no adaptarse a las exigencias actuales puede dejar fuera de importantes herramientas y servicios.

Identificar estas señales es clave para optimizar la experiencia y evitar inconvenientes derivados de un smartphone obsoleto.

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