Fecha de publicación: 17 de Septiembre de 2025 a las 02:05:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: En sus inicios como intérprete, el legendario actor quiso un papel icónico en la historia del cine
Contenido: Hay papeles que marcan carreras, pero nadie habla tanto de las carreras que quedan marcadas por no obtener un papel. En el caso de Robert Redford, legendario actor que ha fallecido este mismo martes, su trayectoria pudo ser bien distinta de haber conseguido un papel que persiguió con ahínco, pero que terminó en manos de otro actor al que, por cierto, sí cambió su carrera por completo. Pero, ¿por qué no obtuvo el papel Redford? Bien, esa es una historia que refleja como ninguna su carrera.
Corría el año 1966 y Robert Redford apenas había empezado a dar sus primeros pasos en una industria en la que terminaría siendo un gigante. Sus primeros papeles habían sido anecdóticos en películas como Soldado o cazador o Me casaré contigo, comedia protagonizada por Anthony Perkins y Jane Fonda, quien terminaría siendo buena amiga y colaboradora habitual de Redford. El actor se había dado a conocer gracias a interpretar a una versión de la mismísima muerte en un capítulo de La dimensión desconocida (Nothing in the dark), pero fue con su primer papel relevante en el cine, en La jauría humana, con el que se había hecho un nombre.
Por aquel entonces el director Mike Nichols, buen amigo de Redford, andaba buscando un actor para dar vida a Benjamin Braddock, el protagonista de una película que estaba produciendo titulada El graduado. Después de entrevistar a cientos de jóvenes actores sin éxito, Redford le preguntó directamente por qué no podía hacerlo él, ya que era un papel que le atraía bastante. Pero, por primera vez en su vida, Nichols tuvo que explicarle por qué jamás podría dar vida de forma convincente a alguien como el protagonista de El graduado.
“Bob me pidió ser Benjamin. Le dije: ‘No puedes hacerlo. Nunca serás un perdedor. Benjamin es un muchacho inseguro, alguien que puede fracasar con las mujeres’. Entonces me preguntó: ‘¿Qué quieres decir?’. Yo le dije: ‘Bob… ¿alguna vez has fracasado con una chica?’. Y él contestó: ‘¿Qué significa fracasar?’ Y no estaba bromeando. Para él, la idea de fracasar con una mujer era tan rara como entrar a un restaurante y que no te sirvieran comida“, contaría el propio Nichols después, en una famosa anécdota recogida en libros como Moteros tranquilos, toros salvajes, y que ilustraría la carrera del actor fallecido esta semana.
El resto, como suele decirse, es historia. Dustin Hoffman se hizo finalmente con el papel y su carrera cambió para siempre, pues El graduado se convirtió en todo un éxito y aupó en gran medida la carrera del actor, que tras ello protagonizó títulos como Cowboy de medianoche, Perros de paja o Papillon, hasta convertirse en toda una estrella de Hollywood asentada con películas como Marathon Man, Kramer contra Kramer o Rain Man, valiéndole estas dos últimas el Premio Oscar a Mejor actor.
Por el camino en sus grandes carreras paralelas, Hoffman y Redford coincidieron en una de las películas más míticas de los 70 y también en la carrera de ambos. Se trataba de Todos los hombres del presidente, basada en la investigación de los periodistas del Washington Post Carl Bernstein y Bob Woodward, quienes destaparon el escándalo Watergate que acabaría con la legislatura de Richard Nixon como presidente de Estados Unidos. Aunque la película ganó varios Oscar, ellos no obtuvieron nominación, pero no hizo falta porque es de esos títulos que ha pasado a la historia al igual que ellos. Redford nunca pudo corroborar la historia de Nichols, o quizá simplemente decidió no hacerlo, pero basta ver su carrera para saber que tanto Nichols estaba en lo cierto como que a Redford no le hacía falta un papel así para poder brillar con luz propia.
Visitas: 0