Fecha de publicación: 17 de Agosto de 2025 a las 17:02:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: ESPECTACULOS
Descripción: Después de la despedida al querido actor, Leo Di Feo compartió con Teleshow unas palabras cargadas de nostalgia y recuerdos familiares, reafirmando la huella que el artista dejó tanto en la pantalla como en la vida de los suyos
Contenido: El último adiós a Alberto Martín no transcurrió en silencio. Apenas pasadas veinticuatro horas de su partida, mientras los ecos de las lágrimas todavía resonaban en el cementerio de Boulogne, una carta logró romper la barrera del dolor para transformarse en testimonio. “Hoy me toca despedir a alguien muy especial. Para todos fue Alberto Martín, pero para mí fue siempre mi tío Alberto”, comienza la emotiva despedida que escribió su sobrino, Leo Di Feo y que compartió en exclusiva con Teleshow.
No era un tío de sangre directa, aclara Leo: “En realidad, era primo hermano de mi papá, Juan Domingo Di Feo”. Pero en las familias argentinas, los hilos del afecto suelen trenzarse más allá del rigor del árbol genealógico. De chicos, Alberto y Juan Domingo compartieron juegos de infancia y la complicidad de los primos íntimos. Nunca rompieron el lazo, aunque el paso de los años y la distancia impidieron que los hijos replicaran esa cercanía.
El destino, sin embargo, tenía otros planes. “Tenía 17 años cuando me animé a ir a su parador en Cabo Blanco”, recuerda Leo. Fue un reencuentro teñido de la timidez adolescente y del azar: “Me acerqué con una tarjeta de crédito para pagar, sin decirle quién era. Cuando la vio y leyó mi apellido, me preguntó: —¿Vos quién sos? —Soy Leo, el hijo de Juancito”. No hubo dudas ni medias tintas. Alberto Martín respondió en acto y palabra: no permitió que pagara. Fue el primer abrazo, después de años de desconocimiento, sin decirlo con frases grandilocuentes pero sellando lo que sería el inicio de una nueva etapa.
El tiempo pasó y las redes sociales tejieron puentes donde antes había separación. Leo encontró a María Marta, la hija de Alberto. Esa casualidad digital les permitió, finalmente, que tejieran una nueva trama familiar. “Gracias a una idea que tuvimos con Mariam, le digo: ‘Che, si le abrimos un Instagram a tu papá ahora que estamos con esta pandemia para que se entretenga…’ y, a partir de ahí, pasé a ser su sobrino y CM de Alberto Martín”, escribe Leo, reflejando que el lazo familiar se reinventó al calor de la virtualidad.
Lo que siguió fue un pequeño milagro cotidiano: “Mi prima conoció a mi hermana Melina Di Feo, y tal fue el cariño, así, de una, que hoy en día Mariam es la madrina de Tizi, la hija menor de Melina”. El apellido Di Feo volvía a unirse. La familia, tras el distanciamiento, encontraba razones para reencontrarse. “Lo que más me queda de él no son solo los momentos compartidos, sino lo que logramos juntos: volver a juntar a toda la familia Di Feo. Ese fue su gran legado, y lo cumplimos”.
El día de la despedida brotó, una vez más, un gesto simple y contundente. Con una sonrisa triste, Leo reconoce la dualidad de la rivalidad en la pasión futbolera. “Lo despido con el dolor de perder a un hincha de Racing, siendo yo hincha de Independiente”, relata con ternura: el fútbol, capaz de dividirlo todo, no rompió el afecto entre ellos.
En el último acto, una frase lo acompaña, dicha por uno de los hijos de Alberto Martín: “Mi papá te quería mucho”. Leo lo recuerda y lo vuelve público, porque algunas palabras merecen ser oídas y atesoradas.
“Hoy se fue un distinto”. Es la síntesis más desnuda y, a la vez, más honda. Querido y admirado, familiar y figura pública, actor de mil vidas y protagonista de la historia íntima de su clan. “Querido Tío Alberto. Tu sobrino y CM de @albertomartin.ok te voy a extrañar. Buen viaje: ya estás con tus colores amados, blanca y celeste. La academia. Racing Club”.
No quedan dudas: el legado de Alberto Martín fue mucho más allá de los escenarios. Volvió a unir una familia, tejió lazos nuevos y dejó una estela de amor, recuerdos y nombres que hoy, en medio del dolor, deciden celebrarlo.
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