Fecha de publicación: 11 de Agosto de 2025 a las 15:05:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Expertos alertan sobre enlaces falsos en emails promocionales, capaces de instalar malware o capturar información confidencial
Contenido: Una nueva modalidad de estafa virtual está inquietando a la comunidad digital y a expertos en ciberseguridad. Se basa en un gesto tan común como automático: dar clic en el enlace de “cancelar suscripción” al pie de correos electrónicos promocionales o no solicitados.
Aunque parezca una respuesta lógica frente a la saturación de mensajes publicitarios, hacerlo puede convertirse en la puerta de entrada a una sofisticada estrategia de robo de datos personales y bancarios.
Según un reciente informe de DNSFilter, 1 de cada 644 clics en enlaces etiquetados como “cancelar suscripción” redirige a sitios web maliciosos. Esta cifra, aunque parezca pequeña, representa un aumento notable del riesgo, ya que millones de correos circulan todos los días en la bandeja de entrada de usuarios de todo el mundo.
La manipulación se apoya en la confianza y el hastío de quien busca, con ese simple gesto, eliminar correos no deseados y acabar con el spam.
La estrategia detrás de esta estafa es simple pero efectiva. Los ciberdelincuentes reproducen la apariencia de empresas o servicios legítimos, imitando los enlaces de “cancelar suscripción” en los mensajes.
Cuando un usuario, incómodo por el abuso de spam, opta por dejar de recibir esos mensajes y pulsa el enlace, suele ser redirigido a una página que simula ser oficial. En la mayoría de los casos, la víctima se encuentra con uno de los siguientes escenarios:
El resultado puede ser desde el robo de fondos hasta la suplantación de identidad, pasando por la recuperación de información confidencial sin que el usuario lo perciba.
El mayor peligro detrás de este tipo de estafas radica en la facilidad con la que un solo clic puede comprometer toda la seguridad digital. Uno de los métodos más frecuentes es el phishing, donde el usuario es conducido a una página falsa que simula ser la web oficial de un banco, red social o tienda online. Allí, al ingresar sus claves o datos, está entregándolos directamente a los delincuentes.
Otra variante es la instalación de malware. Un clic puede bastar para descargar un software malicioso que, sin aviso, toma el control parcial o total del dispositivo. Este tipo de programas permite a los atacantes registrar todo lo que escribe la víctima (keyloggers), espiar la actividad en línea (spyware) o interceptar transacciones bancarias (troyanos).
Un malware puede incluso operar en segundo plano durante semanas, robando información y datos personales que luego se venden o utilizan para extorsiones y fraudes.
Detrás de muchas campañas fraudulentas aparece la ingeniería social, una técnica basada en manipular emociones o provocar una reacción impulsiva; la promesa de una oferta exclusiva, la amenaza de cierre de cuenta, o el mensaje alarmante sobre una transacción sospechosa. Los delincuentes buscan que el usuario, por miedo o curiosidad, actúe con rapidez y sin analizar el contexto.
Los especialistas en ciberseguridad insisten en la importancia de desconfiar de cualquier enlace de “cancelar suscripción” que provenga de remitentes desconocidos o dudosos. Lo recomendable es:
El clic es la acción que desencadena el ataque. Solo la precaución y el escepticismo digital pueden blindar a los usuarios ante una oleada de fraudes que explota las costumbres más cotidianas del mundo virtual.
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