Fecha de publicación: 9 de Agosto de 2025 a las 10:48:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: La recaudación de estas tarifas permite financiar proyectos de restauración ecológica y adaptación ante fenómenos meteorológicos extremos, fortaleciendo la resiliencia de los destinos más visitados
Contenido: El turismo mundial experimenta un giro notable: cada vez más destinos imponen impuestos turísticos ambientales en respuesta a los desafíos del clima y la necesidad de proteger los lugares más concurridos. Desde Hawái y Grecia hasta Bali, Maldivas y Nueva Zelanda, las autoridades implementan nuevas tarifas que financian adaptación, restauración y prevención de desastres.
De acuerdo con la BBC, estas medidas, aunque encarecen el viaje, buscan garantizar la supervivencia de los sitios turísticos frente a eventos meteorológicos intensos y la presión sobre los recursos.
En los últimos años, estos impuestos cobraron fuerza. La BBC indica que, ante el aumento de fenómenos como incendios, sequías y el ascenso del nivel del mar, varios países exploran alternativas de financiamiento para resguardar su patrimonio. Las tarifas, aplicadas en alojamientos, transportes y parques nacionales, responden a la urgencia de fortalecer la resiliencia de los destinos.
Un ejemplo es Hawái, donde los incendios de agosto de 2023 arrasaron la histórica Lahaina, en Maui, dejando 102 víctimas mortales y más de 2.000 edificios destruidos. Este siniestro, de los más letales relacionados con el clima en la historia de Estados Unidos, motivó la creación de la llamada “tarifa verde”.
En mayo de 2024, Hawái estableció el primer impuesto turístico del país vinculado expresamente al cambio climático: un recargo del 0,75% a las estancias, con el objetivo de recaudar 100 millones de dólares anuales a partir de 2026. Los fondos se usan para recuperación tras desastres, restauración marina y adaptación ambiental.
El gobernador Josh Green aportó que la medida responde al impacto de los 10 millones de turistas anuales y la necesidad de enfrentar desastres cada vez más frecuentes. Susan Fazekas, guía y empresaria local, explicó a la BBC: “Pedirles que contribuyan al cuidado de estos lugares no es una carga; es una oportunidad de formar parte de su preservación. También es una forma de honrar el kuleana (responsabilidad compartida) que todos tenemos para proteger el futuro de Hawái”.
La tendencia se replica en distintas regiones. Grecia, a partir de enero de 2024, reemplazó el antiguo gravamen nocturno por la Tarifa de Resiliencia ante la Crisis Climática. Los viajeros pagan entre 0,58 y 11,60 dólares por noche según categoría y temporada, con recargos de hasta 24 dólares en islas como Mykonos y Santorini. Se prevé recaudar 460 millones dólares para infraestructura hídrica, prevención y restauración de ecosistemas.
Bali exige desde 2024 una tarifa de 9,18 dólares destinada a la protección ambiental. En Maldivas, el “impuesto verde” nocturno, en vigor desde 2015, se duplicó en enero de 2025; la mayoría de hospedajes cobra ahora 12 dólares por persona y noche. Los recursos se dirigen a gestión de residuos y protección costera.
En tanto, Nueva Zelanda elevó casi al triple la International Visitor Levy iniciada en 2019, fijando el monto en 58 dólares en 2024 para conservación y turismo sostenible.
Aunque estas sumas constituyen una parte menor del costo total, su efectividad depende de una gestión adecuada. Rachel Dodds, experta en turismo de la Universidad Metropolitana de Toronto, opinó ante la BBC: “Los impuestos turísticos pueden ser una fuente fácil de ingresos adicionales para apoyar iniciativas de sostenibilidad o climáticas, pero la transparencia es esencial para garantizar que el dinero realmente se destine a esas iniciativas”.
Algunos países practican una gestión transparente. Las Maldivas publican informes mensuales sobre el destino de los fondos en protección costera y manejo de residuos. Nueva Zelanda presenta reportes anuales con proyectos ejecutados, como la reparación de senderos y mejoras en vías ciclistas.
Tras los incendios de Lahaina, Hawái creó un Equipo Asesor Climático que detalló, en un informe de 60 páginas, acciones de resiliencia y financiamiento, con el objetivo de consolidar la confianza pública.
Por su parte, Chris Benjamin, presidente del equipo, declaró a la BBC que la rigurosidad de los datos y la consulta social generaron respaldo a la tarifa.
La disposición de los turistas a pagar estos impuestos varía en función de la transparencia sobre el uso de los recursos. El Informe de Viajes Sostenibles 2024 de Booking.com muestra que el 75% de los viajeros planea optar por alternativas más sostenibles y el 71% espera dejar una huella positiva. Un estudio de Euromonitor indica que casi el 80% está dispuesto a pagar al menos 10% más por opciones que priorizan el ambiente.
Diversas voces recabadas por la BBC coinciden en esta visión. Maho Tanaka, publicista japonesa, apoya la iniciativa hawaiana siempre que la recaudación favorezca la conservación: “Se siente como una contribución a algo importante. Hawái es como un gran parque nacional. Tiene sentido apoyarlo”.
Christopher Imbsen, vicepresidente de Investigación y Sostenibilidad del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, sostiene que la sostenibilidad debe incorporarse a los servicios desde el inicio. “No debe ser un lujo ni una capa adicional de complejidad. Si la sostenibilidad se incorpora desde el principio, la gente no tendrá que elegirla conscientemente: será simplemente la opción obvia”, afirmó a la BBC.
La adopción de impuestos climáticos en el turismo marca un cambio de paradigma: los viajes dejan de ser extractivos y promueven la colaboración con las comunidades locales. Fazekas, guía de Maui, enfatiza la importancia de buscar experiencias profundas, respetar cultura y entorno, educar a los visitantes y crear oportunidades de retribución.
Aunque los viajes puedan requerir un pago adicional, esa contribución puede ser decisiva para preservar los destinos para las próximas generaciones.
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