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Fecha de publicación: 9 de Agosto de 2025 a las 05:29:00 hs

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Medio: TN

Categoría: GENERAL

BDSM desde adentro: qué es y cómo se vive esta práctica que explora las fantasías sexuales

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Descripción: Su solo nombre despierta curiosidad, tabúes y muchas ideas erróneas. Pero detrás de sus siglas se esconde un universo diverso, donde el consentimiento, el juego de roles y el deseo son ejes fundamentales.

Contenido: Lejos de los estereotipos y la mirada prejuiciosa, el BDSM es un conjunto de prácticas sexuales relacionadas por un común denominador: el juego de roles. La intensidad, el formato del juego y la manera en que se desarrolla pueden ser muy variadas. La sigla representa algunas de las más elegidas por la comunidad.

La sigla BDSM representa algunas de las fantasías y prácticas sexuales más comunes: Bondage, Dominación y Disciplina, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.

La B de Bondage se refiere al placer sexual que se experimenta al restringir parcial o totalmente el cuerpo. La restricción de la respiración, por ejemplo, puede aumentar el dióxido de carbono en el cuerpo, lo cual exacerba las sensaciones corporales. Al mismo tiempo, la falta de aire genera un aumento de adrenalina, lo que produce placer en quienes disfrutan de esta disciplina.

Leé también: Dominación, sumisión, sadismo y masoquismo: qué es la fiesta BDSM y cómo se vivió en Buenos Aires

Hay muchas maneras de practicarlo, no solo por los elementos que se pueden utilizar, sino también por la finalidad. Se pueden usar esposas, cuerdas o telas suaves con el fin de generar placer sexual y restricción. Pero también se utilizan cuerdas únicamente con fines estéticos, como sucede en el Shibari.

En la sigla, la D se debe a dos conceptos fundamentales: Dominación (uno de los roles) y Disciplina. Este término hace referencia a que las prácticas pueden incluir dinámicas de castigos y recompensas, adiestramientos y protocolos de comportamiento con límites consensuados previamente.

La S alude tanto a la Sumisión —otro de los roles— como al Sadomasoquismo. Esta es una práctica que consiste en obtener placer sexual al dar o recibir dolor o humillación. Para llevarla a cabo, el consentimiento es fundamental, ya que se busca obtener placer a través del dolor de manera pactada y segura.

Finalmente, la M es por Masoquismo, que refiere a las personas que encuentran placer en recibir humillación, dolor y/o incomodidad. Las prácticas son siempre voluntarias y deseadas, y los límites establecidos para cada sesión se consensuan de antemano.

Cualquiera de estas prácticas pueden realizarse de manera segura siempre que se cuente con la información necesaria. Existen diversos contratos y consensos preestablecidos dentro de la comunidad, además de los límites que acuerdan quienes participan en cada sesión.

La práctica es muy popular y hasta tiene una fecha que la recuerda en el calendario: el 24 de julio se celebra el Día Internacional del BDSM. Mejor dicho, el 24/7, en referencia a la práctica constante, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La seguridad es fundamental para poder hacerlo.

Hay muchos protocolos de seguridad dentro de la comunidad que brindan información básica para poder realizarlo de forma cuidada. Algunos de ellos son:

No todos los protocolos sirven para las mismas situaciones, por eso es importante conocer las distintas pautas de seguridad.

La Sra. Felicia Hardy (@srafeliciahardy) es presidenta del Club Fendi en Buenos Aires. Hace 15 años que forma parte de la comunidad BDSM, realiza coaching para reconocer el deseo sexual y lidera un espacio de streaming gratuito en el que promueven la práctica segura del BDSM.

Leé tambien: En qué consiste la práctica sexual que restringe la respiración para aumentar el placer y cuál es el riesgo

En diálogo con TN, la especialista revela cinco consejos básicos para practicar BDSM de manera segura:

Algunas palabras comunes son “banana” o “stop”, pero se puede acordar una nueva decidida en conjunto. Es importante asegurarse de que siempre haya una forma de comunicarse, incluso si la boca está ocupada. Por eso también se pueden establecer señales físicas, como levantar la mano.“Los límites no se cuestionan. Simplemente se detiene la sesión y se pasa directamente al aftercare”, explica la especialista.

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