Fecha de publicación: 7 de Agosto de 2025 a las 12:28:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: ESPECTACULOS
Descripción: La cancelación de una entrevista a Graciela Alfano desató una polémica mediática y, ante las versiones que apuntaban a Susana Giménez, la conductora de Cortá por Lozano mostró su enojo ante las cámaras
Contenido: La polémica relación entre Susana Giménez y Graciela Alfano suma un nuevo capítulo, ahora con Verónica Lozano en el centro de la escena. Cuando parecía que la historia de cruces y escándalos, que incluyó el recordado episodio del tapado de María Julia Alsogaray y acusaciones de brujería, había quedado atrás, un inesperado giro volvió a poner el conflicto en la primera plana de la televisión argentina. Esta vez, la polémica se trasladó a los pasillos de los canales cuando algunas versiones apuntaban a Giménez como la persona detrás de la decisión, según Marina Calabró.
Todo comenzó cuando la panelista de Lape Social Club Informativo (América TV) relató que Alfano tenía acordada su participación en Cortá por Lozano, el programa que conduce Verónica en Telefe y que fue cancelada a último momento. Este hecho encendió la mecha del escándalo mediático. Además, deslizó que la exvedette no estaría convencida de la versión oficial brindada por los productores para bajarse del ciclo. Para Graciela, el fantasma del veto de Susana volvió a sobrevolar la escena.
Lejos de esquivar el tema, la propia Graciela optó por salir a defenderse en público. Hizo público un mensaje de voz que le había enviado Lozano, en el que la conductora de Telefe le explicó que prefería no traerla al programa solamente para una charla breve y que apostaba por una participación más extensa, algo que no sería posible en ese momento debido a las campañas de promoción de otras producciones del canal. Lozano también se comprometió, según lo que se pudo escuchar al aire, a reprogramar la entrevista.
La decisión de la exvedette de compartir el audio privado causó un fuerte malestar en Lozano, quien lo dejó claro ante los medios: "Alfano me tiene la conc....al plato porque ya a estas alturas, es muy difícil." Directa y contundente, agregó: “Cuando uno quiere instalar algo, vos decís: ‘Y bueno, si ella quiere creer que la bajó Susana, no la vamos a contradecir’. Hay como un metaverso cuando yo fui muy gentil, contesté y me pareció muy mal que expusiera un audio que es privado, pero lo hizo. Está todo bien aunque rompe un código. No se puede confiar en nadie".
En medio de la tormenta mediática, Verónica se refirió también a la reacción de Calabró, quien no ocultó su enojo tras ser desmentida públicamente. “Yo no puedo hacer nada. A mí me apena porque no es una cuestión que yo pueda resolver, lo que ella sienta. No puedo manejar los sentimientos de Marina Calabró”, expresó la conductora. Y además fue clara: “Que se arreglen ellas dos, yo no tengo nada que ver con eso pero Susana no la bajó, chicos”. Lozano explicó que la participación de la exvedette estaba confirmada desde hacía un mes, mucho antes de que surgiera el escándalo del Tapadogate.
Luego, Verónica Lozano explicó que la decisión de cancelar la visita de Alfano fue informada por su equipo de producción una vez que ella regresó de sus vacaciones. Este motivo volvió a encender la polémica, ya que para Marina la versión oficial no coincide con el manejo real de las invitaciones, algo que tampoco deja conforme a Graciela, quien sostiene que no fue notificada formalmente sobre un nuevo turno en el programa.
Al ver cómo avanzaba el tema, la periodista subió la apuesta y salió a cruzar a Verónica Lozano en su ciclo radial por El Observador. “Ella dijo que es mentira, que la van a reprogramar y que son cuestiones de agenda, y que así es la vida. ¡Si van a reprogramar, avísenle a Graciela porque no tiene invitación al programa!“, lanzó la periodista, en franca defensa de la exvedette.
No conforme con la situación, Calabró fue aún más allá en su programa radial: "Lo que me jodió de ella es que salió a dar notas y decir que mi versión era mentira cuando no es así, y Graciela está en su derecho de pensar que fue Susana". Su reclamo fue directo y sin suavizar palabras, reinvindicó su relato inicial y el derecho de Alfano de interpretar la situación como prefiera.
Finalmente, sentenció: “No me parece justo y como me tocó contarlo a mí, sentí que me trató de mentirosa. Me parece que ya estamos grandes para que nos trate de tarad...a la Alfano y a mí, en este caso”.
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