Fecha de publicación: 6 de Agosto de 2025 a las 11:44:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Las autoridades meteorológicas han advertido a la población de diversas regiones de Estados Unidos que deben extremar precauciones
Contenido: Millones de habitantes de Estados Unidos permanecen bajo advertencia debido a la ola de calor extremo, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), que mantiene alertas activas en amplias zonas del país. Las advertencias se extienden por el sur, centro y noroeste de Arizona, el Gran Cañón, el sureste de California y el sur de Nevada, con temperaturas que podrían igualar registros históricos de Death Valley. El NWS estima que en regiones como el Valle de Coachella y los desiertos del Condado de San Diego se registrarán valores de hasta 47,7 ℃ (118 ℉).
Las previsiones oficiales señalan que las advertencias se mantendrán por lo menos hasta las 20:00 MST/PDT del viernes. En Phoenix, el NWS pronostica una máxima de 46,1 ℃ (115 ℉) para el miércoles, superando el récord de 45,5 ℃ (114 ℉) del mismo día en 2023. El jueves, la ciudad podría alcanzar 46,7 ℃ (116 ℉), cifra superior a los 44,4 ℃ (112 ℉) registrados en 2012, datos proporcionados por el propio servicio meteorológico.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierte que la exposición prolongada al calor extremo puede provocar enfermedades graves, con adultos mayores, niños pequeños y personas con afecciones crónicas como los grupos más vulnerables. Según los CDC, cada año mueren más de 700 personas en el país a causa de fenómenos de calor excesivo. Además, el incremento de temperaturas contribuye al aumento de la contaminación por ozono en superficie, situación que puede agravar condiciones de salud ya existentes.
El golpe de calor constituye una emergencia médica definida por el aumento rápido de la temperatura corporal, según los CDC. Entre los síntomas principales, el organismo menciona la ausencia de sudor, piel caliente y seca, pulso acelerado, dolor de cabeza intenso, mareo, náuseas, confusión, y a veces desmayo o pérdida del conocimiento. Si no se trata a tiempo, el golpe de calor puede conducir a daños en órganos internos e incluso a la muerte.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) detalla que también pueden observarse calambres, dificultad para respirar, y vómitos en algunos cuadros graves. Ante la sospecha de golpe de calor, las autoridades recomiendan enfriar al afectado colocándolo en un lugar fresco e intentando bajar la temperatura aplicando paños húmedos o ventilación activa, al tiempo que se solicita atención médica de emergencia.
Los CDC señala que es fundamental actuar de inmediato y evitar ofrecer líquidos si la persona se encuentra inconsciente, con convulsiones o sin capacidad para tragar, ya que esto podría incrementar riesgos. Además, el monitoreo de signos vitales es imprescindible mientras se espera ayuda especializada.
Las recomendaciones oficiales para evitar complicaciones incluyen permanecer en lugares frescos, con preferencia en ambientes con aire acondicionado, y evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día. La hidratación constante con agua y el uso de ropa ligera son prácticas esenciales que disminuyen el riesgo de complicaciones por calor. Los CDC indican que no se debe esperar a sentir sed para tomar agua, y alerta sobre la importancia de evitar bebidas alcohólicas o con cafeína.
El NWS subraya la necesidad de planificar actividades energéticas en horarios de menor radiación solar, como temprano por la mañana o después del atardecer. Aconseja usar protector solar con factor elevado (SPF 30 o superior) y tomar pausas frecuentes para refrescarse bajo sombra o en lugares ventilados si se realizan tareas al aire libre. Dejar a niños, adultos mayores o mascotas en vehículos es estrictamente peligroso y representa una causa frecuente de emergencias.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) sugiere mantener vigilancia sobre los grupos de mayor riesgo y brindar asistencia cuando sea necesario, además de estar atentos a las advertencias que transmiten las autoridades meteorológicas y de salud pública. Mantener la información actualizada a través de fuentes oficiales permite anticipar medidas adicionales y reducir el impacto de las olas de calor en la población.
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