Fecha de publicación: 6 de Agosto de 2025 a las 13:12:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Después de dejar atrás medicamentos y dificultades de movilidad, Joan promueve el entrenamiento en personas de edad avanzada
Contenido: A los 70 años, Joan MacDonald enfrentaba una situación de salud preocupante. Sufría hipertensión, linfoedema en los tobillos, insuficiencia renal y dificultades para realizar tareas cotidianas.
Su hija, Michelle MacDonald, entrenadora de profesión, la visitó en su casa de Coburg, Ontario, y fue testigo de las dificultades crecientes de su madre.
Frases como “estás en camino directo a una residencia” marcaron un punto de inflexión. Michelle insistió en mostrarle los riesgos de su condición y la posibilidad de mejora mediante el ejercicio físico regular y algunos cambios de hábitos.
Al poco tiempo, Joan MacDonald sorprendió a su hija presentándose lista para ir al gimnasio. Para ella, el mensaje había calado de inmediato. Declaró que se propuso demostrar su compromiso y continuidad.
En los primeros entrenamientos, Michelle llevó el proceso con ejercicios sencillos y cargas ligeras, orientados a fortalecer la musculatura básica y mejorar la movilidad. Las primeras rutinas requirieron de mucho esfuerzo, pero Joan mantuvo la constancia.
Con apenas dos semanas de prácticas, viajó a México para intensificar su preparación bajo la supervisión de Michelle y su marido. Allí comenzó a entrenar con pesos libres, incorporando ejercicios que demandan mayor estabilidad corporal.
En cuestión de días, logró cargar discos de 20 kilos en la prensa de piernas. No obstante, el mayor reto ocurrió a su regreso a Canadá: mantenerse entrenando en solitario.
La estrategia de Michelle MacDonald incluía imprimirle rutinas fáciles de seguir, apoyadas en videos de plataformas digitales para cuidar la técnica.
Al inicio, cada sesión duraba casi tres horas, pero la integración en una comunidad digital de apoyo ayudó a sostener la motivación y el ritmo. El progreso físico de Joan MacDonald resultó rápido.
En menos de dos meses, notó mayor agilidad y facilidad para desplazarse por escaleras, mientras que el edema disminuyó y los síntomas de reflujo mejoraron.
Su médico redujo la dosis de su medicación para la presión arterial y, en menos de un año, pudo abandonar esos fármacos.
Unos años después, Joan creó su propia aplicación, Train with Joan, diseñada para orientar a mujeres de todas las edades en el inicio o consolidación de una rutina de fuerza y movimiento.
La plataforma incluye planes de ejercicio, ideas para alimentación y un espacio para compartir experiencias entre usuarias.
En 2018, una grabación donde se la veía realizando un hip thrust con 90 kilos se volvió viral y concentró miles de comentarios.
El éxito en redes sociales llevó a Joan MacDonald a convertirse en referente del entrenamiento de fuerza para adultos mayores, sumando más de dos millones de seguidores.
Ese crecimiento la motivó a publicar el libro Flex Your Age: Defy Stereotypes and Reclaim Empowerment, a participar en desafíos deportivos y a realizar campañas para desafiar estereotipos respecto a la edad y la actividad física.
Antes de su transformación, Joan MacDonald llevaba una vida poco activa y utilizaba medicación para controlar la tensión arterial, el colesterol y la acidez estomacal. Estaba acostumbrada a caídas y afrontó la necesidad de un reemplazo de rodilla en 2014.
Si bien conocía de cerca el ambiente deportivo gracias a Michelle, no había incorporado el entrenamiento como hábito propio.
Su presencia en línea produjo un efecto movilizador entre seguidores de distintos perfiles y edades. Muchas personas se comunicaron con ella para compartir logros inspirados por su historia, incluidos familiares de adultos mayores que, motivados por su ejemplo, comenzaron procesos de rehabilitación y actividad física.
Joan MacDonald sostiene que el temor al dolor y a la incomodidad inicial del ejercicio es, en muchas ocasiones, un obstáculo mayor que la edad o la condición física previa.
Ella misma atravesó una etapa de molestias, pero considera que la perseverancia le permitió redescubrir su fortaleza y mantener su autonomía.
Casi una década después de su primer entrenamiento, Joan MacDonald, que hoy tiene 79 años, continúa alentando a personas mayores a priorizar el movimiento y romper con mensajes que desalientan la actividad física a partir de cierta edad.
En sus propias palabras, invita a la acción: “No se puede decir que no se puede si ni siquiera se ha intentado”.
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