Fecha de publicación: 31 de Julio de 2025 a las 00:00:00 hs
Medio: TELEFE
Categoría: GENERAL
Descripción: Un reconocido curandero fue hallado sin vida en su casa, con signos de extrema violencia.
Contenido: La comunidad de Villa Los Aromos está conmocionada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Enrique Ortiz, un curandero de 82 años muy querido en la zona. Era conocido por sus tratamientos para aliviar dolores, especialmente los relacionados al nervio ciático. El hombre fue encontrado maniatado, golpeado y sin vida en el interior de su vivienda. La causa es investigada por el fiscal Alejandro Peralta Otonello, quien tiene expectativa de esclarecer el hecho con ayuda de cámaras de seguridad de los vecinos y domos. El cuerpo fue hallado este miércoles en su domicilio de calle Los Eucaliptus al 700. Según los primeros datos de la investigación, la puerta principal estaba abierta con la llave puesta desde el lado exterior, un detalle que refuerza la hipótesis de un ingreso forzado, posiblemente con fines de robo. La escena fue preservada por personal de la Departamental Santa María, junto a efectivos de Homicidios y del equipo de seguridad comunal. Según el relato de testigos, Enrique fue visto con vida por última vez en la noche del martes, cuando atendió un llamado telefónico de una pareja que solicitaba un turno. Durante la mañana siguiente, esa misma pareja viajó desde Córdoba Capital hasta la vivienda ubicada en un sector tranquilo de la localidad. Al llegar, notaron que la puerta estaba semiabierta, con la llave colocada desde afuera. Al no obtener respuesta, llamaron al vecino Ramón Dimedio, quien conocía a Enrique desde hacía décadas. “Había un auto parado en la puerta con dos hombres, que me preguntaban si yo lo conocía”, relató Ramón. Explicó que Enrique tenía antecedentes de descompensaciones y también dificultades auditivas. “Estaba la puerta semiabierta, golpe fuerte y no salía”, agregó. El vecino decidió ingresar: “Veo algunas cosas medio desacomodadas en el piso”, recordó. Al asomarse a una habitación con la luz prendida, no vió a nadie. “Cuando me doy vuelta para salir, estaba en un sillón. No lo toqué ni nada. Estaba atado con un cable o algo así. Había sangre”. Asustado, salió de la casa, hizo entrar a la pareja y entre los tres llamaron a la Policía. Desde ese momento, la causa quedó en manos del fiscal Peralta Otonello, quien ordenó las primeras pericias y relevamientos de cámaras de seguridad de la zona. Hasta ahora no hay detenidos ni sospechosos identificados. Ortiz vivía en el barrio desde hacía más de 25 años. Había quedado viudo y era común que vecinos lo ayudaran. Atendía en su casa y muchas personas llegaban desde distintas localidades para ser tratados por sus dolencias. Aunque la vivienda estaba revuelta, por el momento no se confirmó si hubo robos. Tampoco se descartan otras hipótesis. “Acá es muy tranquilo, me sorprende. Un hombre grande, solo”, dijo el vecino. “Lo que me llama la atención es que la puerta estaba semiabierta, con la llave del lado de afuera”. “No sospechamos de nadie”, concluyó. “Él no tenía problemas con nadie”.
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