Fecha de publicación: 29 de Julio de 2025 a las 20:37:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: ESPECTACULOS
Descripción: La boxeadora recibirá allí el saludo postrero del pueblo de Santa Fe que la siguió en cada una de sus peleas
Contenido: El ataúd con los restos de Alejandra Locomotora Oliveras fue trasladado desde la cochería donde fue despedida en la intimidad por sus familiares y ahora reposa en el hall de la Legislatura provincial para que su público se acerca a darle el último adiós. Allí se dispuso que junto al féretro hubiera un retrato de la Locomotora en una de sus poses típicas, con las fechas de su nacimiento y muerte: 1978-2025. Lo rodean, además, las banderas de su provincia natal y la argentina.
La querida boxeadora, cinco veces campeona mundial y referente del deporte y de la vida, murió el lunes 28 de julio a las 16 horas en el Hospital José María Cullen de la capital provincial, donde llevaba dos semanas internada luego de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico. Tenía 47 años, una historia de superación personal tanto en la vida como en el ring, una fuerte presencia mediática forjada en torno a su simpatía y sus enseñanzas y un camino político que apenas llegó a transitar.
Desde las 7 de la mañana del martes, el cuerpo de Oliveras descansó en una sala velatoria de Santa Fe, para que sus familiares y amigos más cercanos la pudieran despedir en la intimidad. Desde temprano estuvieron presentes sus hijos Alexis y Alejandro.
A las 17, los restos de Oliveras fueron trasladados a la Legislatura local, donde el público en general le da el adiós a la campeona mundial. Se estima que esta parte del velatorio concluya a las 21 horas. Por último, el miércoles a las 10 estaba prevista la cremación en el Cementerio Municipal. Pero una denuncia demorará ese procedimiento. La presentación judicial fue realizada por Aldo Parodi, ex campeón de fisicoculturismo, quien solicitó que se evalúe el cuerpo de la deportista ante la sospecha de que se trate de un “doping seguido de fallecimiento”.
Según supo Infobae, la denuncia fue radicada en la Fiscalía Regional Nº1 de la provincia. En el escrito, Parodi sostiene que el cuerpo de la ex boxeadora presentaba signos evidentes de haber sido sometido a un régimen de sustancias que, basado en su experiencia, podría tener consecuencias fatales.
Cabe recordar que Locomotora había sido elegida convencional constituyente en la última elección local, pero no llegó a asumir por el ACV. En sintonía con la conmoción nacional, el gobierno de Santa Fe decretó 72 horas de duelo por el fallecimiento de la campeona del mundo, que implica el izamiento de la bandera provincial y la nacional a media asta. El gobernador Maximiliano Pullaro se hizo presente en horas de la tarde al velatorio en la Legislatura. Pero, en rigor, a la campeona mundial, hoy la llora el país.
En la sala velatoria ubicada en el microcentro de la capital santafesina, estuvo Susana Brusa, hija de Amílcar, legendario entrenador de boxeo y uno de los mentores de Oliveras. Desde muy temprano empezaron a llegar las coronas florales, y entre las primeras se destacaron la de la Municipalidad de Santo Tomé y la de la familia de Leo Mattioli, a través de su viuda Marina y sus hijos, todos muy ligados a la Locomotora. Así, entre flores y abrazos transita esta respetuosa despedida a la boxeadora, que durará hasta las 16, cuando el cortejo parta con destino a la legislatura santafesina.
A lo largo de su carrera, la peleadora nacida en Jujuy y criada en Córdoba tuvo un total de 38 combates, en los que registró 33 victorias, 16 de ellas por nocaut, sumado a tres derrotas y dos empates. Oliveras fue dueña de seis títulos mundiales en cinco categorías diferentes. Tenía esa idea fijada desde sus comienzos: “Comencé mi camino para convertirme en la primera boxeadora de la historia en ganar cuatro títulos mundiales en todas las categorías de peso. En 2015, alcancé esa meta y gané el récord mundial Guinness. Cada pelea por el título terminó en nocaut”, escribió en una nota para el portal Orato World.
En una entrevista con Infobae, la jujeña había contado algunos detalles de su infancia antes de subirse al cuadrilátero: “Yo vengo de una familia muy humilde. Vengo de la miseria, la pobreza y el hambre… Eso fue lo que me hizo soñar con que algún día lo iba a tener todo. Algún día iba a tener una casa, un par de zapatillas que iban a ser de color blanco, que de hecho lo fueron… A mí me faltó todo, pero nunca amor”. Se fue con su familia a Córdoba cuando tenía un año y, a los 7, empezó a trabajar junto a su padre en el campo. Llegó a aprender a manejar un tractor y a palear camiones.
En su juventud, la Locomotora fue víctima de violencia de género por parte de su -en ese entonces- pareja, pero un hecho marcó su vida para siempre: “Cuando le pegó a nuestro hijo, le dije: ‘Basta asesino, criminal’. Me golpeó fuerte. Y yo dije: ‘Esta es la última vez, me voy a defender’. Me empecé a entrenar, pero es psicológico el tema. Es el miedo que no te deja actuar, que te paraliza. Y yo enfrenté mi miedo y me defendí”. Este momento, sus condiciones de vida y su idolatría por Mike Tyson la empujaron a dedicarse profesionalmente al boxeo: “Lo elegí porque no tenía otra, no tenía ni para comer".
Su popularidad trascendió el ámbito deportivo. En 2007 participó en Bailando por un sueño, donde mostró su carácter carismático y su simpatía en una recordada presentación junto a Marcelo Tinelli. En televisión, participó también en ciclos como A todo o nada y Bienvenidos a bordo, conducidos por Laurita Fernández y producidos por Guido Kaczka, donde desplegó su faceta lúdica en desafíos de fuerza.
A fines de 2024, compartió una rutina de entrenamiento con Guillermo Andino y mostró entusiasmo ante su debut en la actuación. Oliveras integró el elenco de En el Barro, el spin-off de El Marginal que se estrenará el 14 de agosto en Netflix, marcando su primera participación en ficción y sumando un nuevo capítulo a su vida, que finalizó de manera repentina y dejó una huella tanto en el deporte como en el espectáculo.
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